Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho

Uno de los mayores desafíos de salud del siglo 21 son los recién nacidos y la epidemia de muertes de prematuros, por lo que los países empiezan a tomar medidas urgentes.
 

“Parecía como un muñeco, cabía en la mano del médico, quien le dijo a la mama que la criatura no se criaría, que se lo regalara, a lo que le contesto que mejor le regalaba una teta; daba pataditas y lloraba con fuerza; todo el mundo lo admiraba, era bello; hoy es fortacho, sano, alegre, emprendedor y muy apegado a Dios y ha logrado superar muchas barreras.  Había nacido en la semana 25, el 10 de abril de 1993”.
 

Este es un relato de un caso real sucedió en un hospital público de Bogotá en 1993; igual que en Colombia, en países de ingresos altos, medianos y bajos nacen todos los días niños antes del tiempo natural. En América del Norte se observa una tasa de prematuridad elevada, comparable con África (10,6% y 11,9% y 10,6% de todos los nacimientos, respectivamente).

¿Cómo se habría actuado en el caso relatado en Londres y en Bogotá? En Londres, señaló la OMS (Organización Mundial de la Salud), “lo habrían transferido a una unidad especial de atención neonatal, con una temperatura idónea, donde la habría atendido una experimentada enfermera de atención neonatal, ojo avizor por si surgiera cualquier signo preocupante, ya fuera falta de calor, problemas respiratorios, cambio de coloración, vómitos, fluctuación de la temperatura o cualquier otro indicio de infección. Se habrían controlado sus niveles de azúcar en sangre y registrado las cantidades de líquidos ingeridos. A través de una pequeña sonda en la nariz, se le habría administrado leche materna. Al más mínimo indicio de empeoramiento, habrían llamado a un médico especialista en pediatría”.
 

Seguramente en la ciudad de la niebla en este caso garantizaron atención básica, temperatura adecuada, leche materna, al niño se le hicieron todos los controles en el mismo día, para que no tenga que volver y se le brindó transporte y un seguimiento integral domiciliario.

En Bogotá el mismo día del nacimiento del “gordo” fue dada de alta la madre y llegada a casa fue la promotora de ahí en adelante manteniéndolo caliente mediante el contacto piel con piel (madre canguro), para que su pequeño hijo se salvara y fuera alguien en la vida. Ahora el gordo es súper inteligente, se relaciona muy bien, tiene mucha retención de memoria, practica teatro, boxeo, sabe de cine y música como ninguno, es imitador del rapero y trapero puertorriqueño Bad Bunny, investiga y proyecta notas para medios de comunicación virtuales e impresos. ¡Es una maravilla de muchacho ¡

Es un ejemplo y milagro de vida porque anualmente mueren cerca de 1 millón de niños prematuros. 3.000 niños mueren por día por complicaciones del nacimiento prematuro, según el UNICEF (El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).  ¾ cuartas partes de esas muertes podrían prevenirse con intervenciones actuales y coestoeficaces.

Ofreciendo “una serie de servicios sanitarios esenciales durante el parto y el periodo postnatal, administrar inyecciones de esteroides prenatales (a las embarazadas que corren riesgo de parto prematuro, para fortalecer los pulmones del bebé); y administrar antibióticos para tratar las infecciones del recién nacido”, entre otros.

“Los que sobreviven pueden enfrentarse a discapacidades físicas, neurológicas o de aprendizaje durante toda la vida”. Actualmente no es posible predecir con exactitud la posibilidad de parto prematuro.

Enseñan los especialistas que los bebes prematuros, son más vulnerables que quienes lo hacen a término porque no están totalmente preparados para la vida fuera del útero. “Se dice que un niño es prematuro cuando nace antes de haberse completado 37 semanas de gestación”, indicó la OMS.

@luforero4