Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Hace unos 10 años respondimos con el título de “cholo que odia a cholo” al ataque malévolo de un resentido social de pocas neuronas. Esta vez, nuevamente usamos “cholo que odia a cholo” para catalogar a los enemigos más cavernarios del alcalde electo Armando Huamán Tasayco de Chincha, pues estos atacaron con extrema animadversión y maldad satánica al candidato que ganó las elecciones del sillón municipal de Chincha.

Es que el “cholo no puede ver a otro cholo”, por poseer la patología que heredó los españoles que se enraizaron y dejaron genes mezclados, de odio y envidia, en el Perú profundo.

Los ataques fueron de día y noche, no dejándole ni dormir y lo peor continúa con salvajismo. Diríase son 2 grupos los atacantes: “El cholo que odia al cholo” y los falsos periodistas.

¿Quiénes son estos zamarros llamados periodista?  

Son personajes que no tienen solvencia moral ni formación intelectual. La mayoría son descendientes catalogados y condenados por el periodista profesional Miguel Ortiz Tipacti como “campanita bizcocho”, que tuvo hijos por allá y acá, y que forjó un periodismo letal para Chincha, cuyos productos se ven ahora porque envenean, y otros que se convirtieron en “comunicadores sociales”, sin tener las cualidades morales ni mucho menos competencia intelectual.
 

Armando Huamán Tasayco, cholo nato grociopradino, de la tierra de Melchorita Saravia, según tenemos conocimiento es el segundo cholo que llega a la alcaldía, siendo el primero Francisco (chito) Peñaloza Munayco, a quien los periodistas los “mataron”, porque prefirió trabajar con su pueblo y no con los periodistas chantajistas y coimeros, que les acosaban a diario.

El electo alcalde de Chincha prometió trabajar por su provincia y atender a los más necesitados. Y, asimismo dijo que resolverá los problemas de Chincha en conversación con el pueblo, previo acuerdo, y no dictatorialmente, atendiendo desde tempranas horas de la mañana, a diferencia de los 2 últimos alcaldes que brillaron por su ausencia.

Es que, al decir la verdad, Lucio Juárez Ochoa y César Carranza Falla fueron eternos ausentes, raras veces se les vio en la municipalidad provincial de Chincha. Decenas de veces hemos querido entrevistar, y nunca lo hemos encontrado.

El temor de los seudo periodistas e hijos de la podredumbre es que Armando Huamán Tasayco conoce el campo de la Radio y Televisión, pues es administrador desde más de una década del Canal TV 33 de Chincha, y Radio Nova, de tal manera sabe cómo mejorar para el bien de Chincha el funcionamiento pobre del Canal TV 2, que prácticamente fue desmantelado por el alcalde, eterno ausente, César Carranza. Además, no tendrá cabida los buitres de Chincha, que mensualmente se sentaban al frente del municipio provincial, esperando sus pagos, por aplaudir a los alcaldes de turno.

Ser “periodista” en Chincha, es muy fácil, se trata de un trabajo fácil, sin concurso ni cosas por estilo, basta adorar a un alcalde turno, y cada municipio factura para sus canes sumas elevadas, cuando dicha cantidad debe estar destinado para obras. Los municipios son sus centros de trabajo pues tienen que adorar o callarse para cobrar mensualmente. Así en un año la municipalidad distrital de Pueblo Nuevo pagó 258 mil soles. Eso se trata de un distrito pobre, cómo será el pago en los distritos de mayor ingreso.

Pero, también hay casos escandalosos donde los “periodistas” han formado sus empresas y prestan sus servicios a los municipios, haciéndose en poco tiempo personajes millonarios. De ahí, que a los funcionarios honestos se les ataca para que suelten la mamadera.   Eso sucede con Armado Huamán Tasayco, lo atacan inmisericordemente, porque ya no cobrarán ni podrán sentarse en la plaza de armas haciendo cola por la plata, antes que los trabajadores ediles.  

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