Por: Eucadio Gutiérrez Solano    Mag. Químico-farmacéutico y periodista

Hemos llegado al extremo peligroso que jamás sucedió en el Perú. Los delincuentes constituyen, hoy, una especie del “primer poder del estado”, que matan y roban a diario, con toda libertad y protección, poniendo a los moradores en un estado de psicosis, miedo e inestabilidad social.

Los delincuentes, como si fuesen de un mismo cuerpo putrefacto, parter de un tricéfalo, gozan con la sangre de decenas y decenas de muertos, con el silencio y “aval”, del monstruo golpista formado por el Gobierno, Poder Legislativo, Judicial que han convertido al Perú en tierra de rateros y criminales.

Se habla de 68 congresistas, que tienen proceso judicial, es decir más de 50 por ciento de supuestos “delincuentes”, que son los congresistas, totalmente repudiables y que dan asco. Suman -a estos 3 grupos humanos: Los delincuentes, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial- la prensa mercenaria, cuya misión es narrar el accionar de los delincuentes, cual fuese un partido de fútbol y que parecen estar vinculados como los vasos comunicantes con los corruptos.

El monstruo de 2 cabezas: el Poder Ejecutivo y Poder Legislativo, integrado por 105 llamados “honorables congresistas”, “limpios de polvo y paja”, que estos días hizo su show encabezado por Fabiola Bermúdez, el del sexo anal, aparentando no ser del fuego infernal, siendo del mismo cuerpo, no hace nada para frenar la delincuencia, pero sí fueron veloces para dar el golpe de Estado vacando el presidente Vizcarra. Y, últimamente con 110 “congresistas” dieron su voto de confianza al personal del presidente impostor Sagasti.

La prensa nacional y local dan cuenta todos los días de las muertes y crímenes ejecutados por los delincuentes, que a nuestro juicio forman en la oscuridad el “primer poder de estado”, bajo el silencio cómplice de los atomizados congresistas veloces para aprobar leyes inconstitucionales, y burlándose del pueblo festinan dar leyes sobre la bicameralidad, teniendo de lujo, a Alarcón y a otros “honorables congresistas” con deudas en el Poder Judicial, pero mediante algunos ligeros movimientos -como el juego de dados en la películas mexicanas sacan 6 ases- y los delincuentes salen libres con más ganas de seguir robando. De manera el pueblo no tiene a quién recurrir pidiendo ser defendido.  

Este da evidencia que a la prensa no les interesa el pueblo, por carecer de un plan para frenar la delincuencia. Más bien atacan a la PNP, favoreciendo a los forajidos. Olvidándose de su sagrada misión de orientar y educar a favor del pueblo.

En épocas pasadas la prensa fue el bastión para luchar contra corrupción y los delincuentes. Ahora los zamarros están en los estratos superiores como el gobierno y los poderes públicos, incluyendo a la prensa. Cuando la policía actúa usando sus armas de reglamento, los monaguillos de la prensa entrevistan a todos los integrantes de los delincuentes, a los tatarabuelos, y hasta a los biznietos, para que con tanta alevosía mientan y ataquen a la policía; en tanto, nunca son entrevistados ni enfocados sus labores de la PNP, cuando hacen meritorias acciones para frenar la delincuencia. Si hay una muerte la PNP es culpable. Jamás debió usar sus armas. primero debió saberse que se trata de un delincuente, haciendo el papel de brujo. Pobre cabeza de estos periodistas sin criterio.

Para los aprendices de la prensa cloacal primero deben comprobarse que son delincuentes para disparar y solamente asustar a los delincuentes. Hasta los penalistas hablan, abogados del diablo. No debe haber disparos al cuerpo. En tanto, los delincuentes pueden disparar y matar, a diestra y siniestra.   Así está el Perú. Leyes más severas se necesita. No al grito de féminas y apoyadores de los criminales. La prensa basura debe ir a los lugares del desperdicio. Allí en el basural narrar todas las secuencias que hay en la putrefacción hasta hallar el microbio asesino.  Pues en el país sobran los narradores de basuras.

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