Alemania, Francia, Itaia y Países Bajos han firmado un contrato con la compañía farmacéutica AstraZeneca para el suministro de hasta 400 millones de dosis de vacunas para la COVID-19, destinadas a toda la población de la Unión Europea y que podrían estar preparadas a finales de año.
Se trata de la vacuna que está desarrollando la Universidad de Oxford y que cuenta con la participación del grupo farmacéutico AstraZeneca en colaboración con el italiano IRBM. Se encuentra en un "estado de investigación clínica avanzado y finalizará en otoño, con la distribución de las primeras de dosis a finales de año", según ha explicado durante la presentación del acuerdo el ministro de Sanidad italiano, Roberto Speranza.
La vacuna en la que está trabajando la Universidad de Oxford involucra a 5000 voluntarios sanos en el Reino Unido, ya seleccionados, y otros tantos en Brasil. Aunque la fase 3 se duplicará en Brasil ya que la baja circulación actual del virus en Europa hace que sea más complejo para los científicos analizar su efectividad.
Los resultados de la fase 3 sobre la eficacia y seguridad de la vacuna se esperan para finales de septiembre. Por otro lado, está previsto que los resultados de la fase 1 se publiquen en unas pocas semanas.
Los británicos fueron los primeros en llegar a un acuerdo para la compra de 30 millones de dosis y la compañía había anunciado que estaba trabajando en acuerdos paralelos, también con otros gobiernos europeos, para garantizar "un suministro amplio y equitativo de la vacuna en el mundo, con un modelo sin fines de lucro, durante la pandemia".
¿Qué es una vacuna?
Las vacunas son preparaciones biológicas capaces de generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos dentro del organismo. Habitualmente, se basan en el microorganismo patógeno (bacterias o virus), muerto o debilitado, sus toxinas o una de sus proteínas de superficie.
Este proceso estimula el sistema inmunológico para que sea capaz de reconocer más adelante al agente patógeno como una amenaza y destruirlo, después de generar lo que se conoce como "memoria inmunológica". Las vacunas se usan con carácter profiláctico, para prevenir o restar agresividad a futuras infecciones.
¿Por qué es importante una vacuna contra el coronavirus?
Hasta que no se encuentre una vacuna efectiva, el coronavirus SARS-CoV-2 podrá circular libremente por las personas, que estarán completamente expuestas ante el patógeno. El nuevo virus ha demostrado una capacidad de contagio superior a la que en un principio se estimó, lo que le ha permitido propagarse a lo largo y ancho del mundo de una manera explosiva.
Medidas como la higiene, el uso de mascarillas o el distanciamiento físico seguirán siendo muy efectivas, y pueden frenar el ritmo de contagios hasta niveles de relativa seguridad, pero el regreso a la situación anterior a la pandemia va a depender del hallazgo de soluciones terapéuticas. Dentro de estas, la vacuna es la más importante.
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