Escribimos días antes del cierre de la programación de obras para el presupuesto participativo del distrito del Alto Larán, 2016, sobre el criminal abandono de la Casa Hacienda y de la Capilla, de la otrora emporio azucarero de Chincha, equiparable, o mejor, que la de San Regis (El Carmen), época colonial. Las autoridades de dicha municipalidad no se inmutaron por su dejadez y descuido, ni menos levantaron la cabeza por su torpeza tratando de convencernos. Más bien con argumentos infantiles se nos cerró la puerta cuando solicitamos intervenir en el presupuesto participativo, en mención.

La Municipalidad Distrital que preside Ana Sotteccani Altamirano, desde un primer momento, soslayó, ignoró, nuestra participación, no obstante de ser votante y dirigente del Centro Poblado Cruz del Rosario, quien publicó el borrador del libro “La Historia de Cruz del Rosario. Incluso el Municipio ha venido actuando discriminándonos sin tener en cuenta  que publicamos las obras “Los Petroglifos de Huancor”.

 

Trascendencia Histórica de Chincha, Gran Imperio de los Chinchas,  Monografía de Chincha, entre otras, en las que  puntualizamos parte de la historia y turismo del distrito de Alto Larán; lo que quiere decir conocemos algo sobre la historia de ese distrito, sobre todo nuestro trabajo se centra en los petroglifos de Huancor. Además hace más de 60 años que vivimos en la jurisdicción altolarina, y conocemos perfectamente el lugar.

Algunos nos pueden decir que estamos resentidos. No. Cuatros años y medio nos hemos callado del abandono y descuido de los restos arqueológicos e históricos, por razones de ética profesional.

No podemos seguir callándonos frente a hechos como la depredación de la “Huaca Ramos”, del Qápac Ñan de los Chinchas, la desaparición de los restos arqueológicos de La Calera, Portachuelo, Conta y otros. Tampoco podemos seguir tolerando el horrendo abandono de la Casa Hacienda e Iglesia Colonial del distrito de Alto Larán, donde cada día está desapareciendo, conforme vuestros lectores pueden ver las imágenes, que están para llorar.

 

La paradoja y a cualquiera le indigna de cómo el Municipio de Alto Larán se haya descuidado bárbaramente, permitiendo la destrucción de la Casa Hacienda e Iglesia Colonial, y que falazmente allí, más bien,  haya fundado un centro poblado, destruyendo la reliquia histórica, evidentemente buscando votos para su reelección. No le interesó un bledo el valor trascendental del referido monumento cultural. Además como si tratara de una burla, con criterio incipiente, ha colocado luces en lugares que no tiene ningún efecto retributivo social ni menos necesidad de primer orden. Claro por cuestiones políticas sí, ganar votos, nada más.

Cómo es posible que la Iglesia Colonial y la ex Casa Hacienda, ubicada prácticamente a unos 3 Km de la ciudad, y unidos por 2 vías principales con Chincha Alta, estén totalmente abandonas, 4 años y medio de gobierno edil de Ana Sotteccani Altamirano. La desgracia más grande para Alto Larán.

Es más, la construcción de la carretera que beneficiará a “Tallo” Masías, pasa por su costado. Por qué en el presupuesto Participativo 2016, no se pidió reconstruir si quiera la Iglesia Colonial, como primer paso. No se hizo por ignorancia cultural, histórica y turística.

 

Decíamos en nuestro enfoque anterior como “Tallo” Masías, se había dado el lujo de colocar tranqueras o controles en territorio que nos suyo, como en la ex Casa Hacienda, en el cruce de la Acequia, Alto Larán Chincha. No dejando pasar a nadie, salvo con visto bueno del potentado económico. Además con la complicidad de los alcaldes de los distritos de la zona norte de Castrovirreyna, hizo desaparecer la carretera Pedregal, Alto Larán,  Portachuelo, La Calera, Conta y pueblo de San Juan de Chincha. Asimismo, merced a su dinero ha borrado del mapa al Centro Poblado La Calera, que aparece en la Ley de Creación del distrito de Alto Larán, y a 2 centros educativos. Increíble pero cierto.