Por: Esteban Saldaña Gutiérrez Ingeniero Industrial |
---|
Un 07 de junio se inmoló el ejercito de nuestra patria. La coalición peruano- boliviano contaba con 9,000 hombres y el invasor nos duplicaba en hombres, logística y armamento.
Nuestros héroes, con el ínclito coronel Francisco Bolognesi Cervantes a la cabeza, no se amilanaron frente al carnicero Manuel Baquedano, jefe del ejército chileno.
La derrota no solo fue consecuencia de la ventajosa situación cívico-militar de Chile. No. Aquí hubo políticos felones, aquellos de cuello y corbata. Presidentes y generales traidores y cobardes. La historia oficial, no da cuenta de esa negra historia. No hablan de la deserción y robo perpetrado por el presidente general Manuel Ignacio Prado, en plena guerra. No se refieren al eterno complotador Nicolas de Piérola, como el cobarde que fue y que frente a la derrota de Chorrillos y a la inminente invasión de Lima huyó de palacio, para esconderse en las alturas de Pampa Cangallo. No tocan al miserable coronel Manuel Segundo Leiva, quien estando al mando de 3,000 hombres jamás acudió al llamado de Bolognesi. Nuestra desgracia no termina allí. El general Miguel Iglesias encarna la miseria moral de nuestra casta política y de los grupos de poder imperantes desde siempre.
Cuando el “taita” Andrés A. Cáceres y un grupo de valerosos patriotas luchaban contra la pretensión de los chilenos de arrebatarnos Tacna, Arica y Tarapacá, cuando esa noble causa debía ser apoyada por todos, las elites voltearon la espalda a Cáceres y en contubernio con los chilenos nombraron presidente al fantoche general Miguel Iglesias, que primero se enfrentó con un ejercito pagado por los chilenos a Cáceres y después firmó el mal llamado “tratado de Ancón” con pérdida de Arica y Tarapacá. Así se ha vivido siempre en este pobre Perú nuestro. Llenos de pusilánimes, cobardes, traidores y convenidos.
La casta política y los grupos de poder con sus vilezas y sus traiciones superviven desde siempre en nuestra patria. El desmembramiento sucesivo de nuestro territorio así lo confirma. A este grupo no les importa nuestro Perú, ni la pobreza de su gente. Siempre han visto al estado como un botín y la manera de como sacar mayores ventajas personales, a costa del erario nacional.
En este congreso parasitan dos generales, dos almirantes y un superior de la PNP. Cuando a uno de estos le preguntaron cuanto ganaba como pensionista, porque no aceptó el término jubilado, se negó rotundamente a responder. Voy a develar el misterio. Este almirante y sus congéneres mes a mes perciben 12,000 soles mensuales, más 500.00 soles de gasolina, más seguridad, más mayordomo y chofer. A parte anualmente le renuevan un carro del año, todo a costa del estado.
Pero a estos congresistas-almirantes-generales les parece poco la inmensa gollería que perciben indebidamente. Como son parte de este desprestigiado congreso, que se ha coinvertido en una cueva de malhechores, que sacan leyes a su medida en contra de los intereses del pueblo, no se podían quedar a la zaga. Que va. Echando mano al refrán “cuando pide al cielo y pide poco es un loco”, este quinteto participó y compinchados con sus congéneres aprobaron una ley donde legalizan el doble sueldo, antes prohibido. Es decir, ahora ganan como congresistas y como “pensionistas”. A cuánto asciende en soles la mamadera del estado, en contra de los pobres que pisamos esta tierra, deben bordear los 60,000 soles que religiosamente el estado les abona en sus abultadas cuentas. Estos son los verdaderos caviares. Desde siempre, en tiempos de paz, pandemia y guerras piensan solo en sus intereses personales.
Si nuestros héroes, Grau, Bolognesi, Ugarte, Cáceres – que manchó su historial de héroe por meterse en política – por citar algunos, resucitarían los apostrofarían a estos engalonados caviares para que no usen sus nombres en sus patéticos discursos.
Contrariamente si volvieran la pléyade de traidores y cobardes, como Prado, Piérola y otros esperpentos, ellos si los reconocerían como suyos y alentarían para que continúen en el camino del general José Rufino Echenique, uno de los primeros presidentes despilfarradores que pario nuestro pobre Perú.
Recibe las últimas noticias del día