El día que muchos esperaban en Alemania finalmente llegó. En la medianoche del domingo al lunes, cerca de 1.500 personas se reunieron en la Puerta de Brandeburgo, en el centro de Berlín, para celebrar la entrada en vigor de la ley que legaliza parcialmente el cannabis con una gran fiesta con bengalas, música y, sobre todo, porros.
Una cuenta atrás improvisada sonó en la emblemática plaza de París donde se encuentra la Puerta de Brandeburgo, seguida de vítores, júbilo, aplausos, petardos, música reggae ...
y canciones como la de Legalización del grupo español Ska-P, que pusieron la banda sonora de una concentración bajo el título de Smoke-In (algo así como fumado). Con una hoja gigante de marihuana y carteles donde se podía leer “No queremos ser delincuentes”, la fiesta se extendió durante unos 40 minutos, hasta que la policía decidió que había llegado el momento de disolverla.
“Por fin podemos mostrarnos, ya no tenemos que escondernos”, declaró Henry Plottke, miembro de la Asociación Alemana del Cáñamo (DHV), a la agencia DPA antes de que comenzara un acto con el que querían celebrar la libertad que supone poder fumar legalmente un porro frente a la Puerta de Brandeburgo. “Es un ambiente estupendo”, comentó al mismo tiempo que indicó que como consumidor siente “mucho alivio” al dejar de ser considerado un delincuente.
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