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PUBLICADO 24-06-2023 | El Día del Campesino, es una celebración que rinde homenaje a aquellas personas que laboran en la tierra a lo largo de la jornada con el fin de alimentar a la población y mantener una conexión umbilical con la naturaleza.
No obstante, más allá de ser una festividad meramente simbólica, es fundamental que esta fecha se convierta en una oportunidad para robustecer la pedagogía del campo en nuestras escuelas. Al llevar a cabo esta acción, proporcionaremos a los estudiantes una educación integral que les permita comprender y valorar el mundo rural como parte esencial del desarrollo sostenible.
Conocer el contexto rural es fundamental para comprender la realidad de nuestro país que, desde 1969, cada 24 de junio celebramos el Día del Campesino por iniciativa del expresidente Juan Velasco Alvarado.
Sensibilizar a los estudiantes sobre la labor de los maestros que forjan el campo, ampliará su valoración por la agricultura, logrando una conexión empática más profunda con nuestra madre tierra, en correspondencia con la recomendación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que enfatiza la labor agrícola para salvar vidas.
Considerando esta alta responsabilidad del campesino como los guardianes de la tierra y garantes de nuestra ración diaria, en las instituciones educativas, resulta imperativo fomentar una actitud de respeto y admiración hacia los agricultores, destacando su labor de pilares de nuestra seguridad alimentaria, convirtiendo a esta celebración del Día del Campesino en las aulas, una oportunidad de sensibilizar a los educandos acerca de los desafíos que enfrentan nuestros maestros del arado y las palas.
En consecuencia, la práctica de la pedagogía del campo implica un protagonismo académico, más allá del aula. A través de visitas a granjas, sembríos, huertos escolares o contactos con agricultores locales, los estudiantes pueden adquirir habilidades de cultivo, cuidado de nuestro medio y una poderosa conciencia ambiental, de lo contrario viviremos una vida sin importarnos la naturaleza que podría ser terrible para el futuro de nuestra especie.
Asimismo, desde las escuelas resaltemos el papel del campesino en su tarea cotidiana de prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente y el uso apropiado de los recursos naturales, preservando de esta manera la biodiversidad sostenible, con sus gotas de sudor derramado sobre los campos que florecen esperanza para la humanidad.
Definitivamente, celebrar el Día del Campesino en las escuelas es un elemento esencial en la salvaguarda y preservación del medio ambiente, puesto que su labor contribuye a la seguridad alimentaria como a la sostenibilidad ambiental. Al incorporar la pedagogía del campo en las escuelas, estamos educando ciudadanos ecológicos, capaces de valorar al hombre del campo y no tirar las comidas que es otra de las formas de maltratar a nuestra madre tierra.
@davidauris |
© David Auris Villegas. Escritor, columnista, pedagogo peruano y creador del ABDIV.
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