Redacción HC |
La pérdida progresiva de la memoria es uno de los signos más evidentes de esta enfermedad neurodegenerativa que afecta primeramente la memoria reciente, pero existen manifestaciones más profundas como dificultad para cambiarse, comer o ir al baño por si solo, desorientación de espacio y tiempo e incluso llegar a perderse dentro de su propia casa, informó la doctora Lourdes Huertas Sánchez, Neuróloga del Hospital Nacional Arzobispo Loayza.
El Alzheimer afecta principalmente la memoria y se caracteriza por el depósito de placas neurofibrilares en la corteza temporal y el lóbulo frontal, lo que provoca olvidos y dificultad para recordar nombres y objetos.
“Cuando una persona va envejeciendo es normal que pueda tener algunos olvidos, no obstante, cuando esto se hace más frecuente como olvidar lo que se ha hecho hace algunos minutos, la denominaciones de objetos de uso cotidiano o una dirección frecuente, es cuando se puede sospechar de Alzheimer”, manifestó la especialista.
Por otra parte, la especialista añadió que la edad con mayor incidencia de la enfermedad es a partir de los 60 años y es causada por el depósito de la proteína “beta amiloide” en el cerebro, la cual impide la correcta sinapsis (conexión) de las neuronas, generando problemas en la memoria a corto plazo; sin embargo, también existe el Alzheimer de tipo hereditario, pero este solo representa el 1% de los casos y se da entre los 30 y 40 años.
Cabe resaltar, que no todo olvido significa padecer de Alzheimer, es importante que el paciente pase por una evaluación global porque puede haber otras enfermedades involucradas que llevan al fallo de memoria, por ello el diagnostico está a cargo un equipo médico multidisciplinario como neurólogos, psiquiatras, neuropsicólogos, entre otros.
“Enfermedades como hipotiroidismo, deficiencia de vitamina B12 e incluso la depresión, causan problemas de memoria, pero esto se puede revertir si trata la patología rápidamente” añadió la doctora Huertas.
Finalmente, la especialista en neurología recomendó que para mantener una buena salud del cerebro es importante controlar las enfermedades crónicas, llevar una vida saludable en alimentación y actividad física, además de leer libros, aprender un nuevo idioma y realizar actividades diferentes a la vida diaria para crear más acumulo de aprendizajes en el cerebro y así evitar el riesgo de desarrollar posteriormente la enfermedad del Alzheimer.
La detección precoz es fundamental y por ello es fundamental cuáles son las señales de alerta. La Alzheimer’s Association de Estados Unidos ha elaborado un listado de diez a las que prestar atención, teniendo en cuenta que cada persona puede presentar una o varias y en distintos grados. Son las siguientes:
1. Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana 2. Dificultad para planificar o resolver problemas 3. Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en el tiempo libre 4. Desorientación de tiempo o lugar 5. Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo los objetos se relacionan uno al otro en el ambiente 6. Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito 7. Colocación de objetos fuera de lugar y la falta de habilidad para retrazar sus pasos 8. Disminución o falta del buen juicio 9. Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales 10. Cambios en el humor o la personalidad
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