El tal Aldo M. y el tal Mulder, apriston, conocido como “perro de chacra”, han protagonizado una inusual discusión, sobre qué gobierno robó mas. Según Alditus, Mulder habría dicho que en el gobierno aprista se robó menos. Este habría respondido que no era tan  idiota para expresarse de esa manera. Que sus declaraciones habían sido tergiversadas.

Toda la semana ambos personajes estuvieron  enfrascados en esa casuística, en ese dilema pseudo filosófico, en ese tema tan propio de los bajos fondos, recorriendo los lugares donde habitan “quico y Caco”, buscando a “carita” y a “tirifilo”. Buceando en los orígenes de nuestra podredumbre, de nuestras miserias como patria.

Que quien robo más, que quien robo menos. Que quien robó, pero hizo obras. Presentación en la televisión. Llamadas telefónicas en vivo. Todo para defender que nunca había dicho que el Apra, aquel partido mafioso que nos gobernó dos veces, había robado menos. Alditus por su lado, santificándose, que nunca interpretaría antojadizamente nada, que él, que era la expresión máxima del periodismo sensato, que conocía de cerca las raíces de nuestra izquierda,  jamás habría tergiversado nada.

Mulder, como siempre despotricando de todos y mintiendo, de manera descarada, como nos tiene acostumbrado los politiqueros de todos los pelajes. Politiqueros hay en todos los movimientos y partidos, tanto de izquierda como de derecha, de eso no hay duda. 

Alditus sabía y sabe de las mentiras monumentales de Mulder, del megalómano, del gonfalonero  del ladron mayor, el del ego  y  panza  monumental, es decir de la cabeza visible de la mafia, es decir de Alan García. Pero ninguno de ellos se detenía a analizar, a escrudiñar. Cada uno por su lado, como dicen los abogados, por cuerdas separadas.

Finalmente, “perro de chacra” ensayó una coartada mayor - pensando en meter en ese costal nauseabundo a Barnechea, candidato que va sumando votos – y dijo que en el gobierno de Belaunde se había robado bastante. Alditus respondía que si pues, que también en la época militar – metiendo en el mismo saco al general Velasco y al felón de Morales -  que se había robado una inmensidad, que se había comprado armamento inútilmente, que si pues eso la había escrito en su libro. Mulder insistía, que en la época de Belaunde se había robado y que era una vergüenza. Alditus ni pío, a pesar que Sandro Mariátegui, tío directo, fue un prominente dirigente acciopopulista.

Mulder seguía con que Belaunde y que Belaunde había robado y que para una muestra  estaba por ejemplo el caso Guvarte.  Si pues asintió  alditus, efectivamente fue así, dando el gusto a sus patrones y sin atreverse a levantar la cabeza, sirviendo de comparsa.

Lo que alditus y Mulder callan en siete idiomas es que en el caso Guvarte estuvo metido hasta el pescuezo el entonces Ministro de Justicia, Enrique Elìas Laroza, entonces dirigente del PPC, partido aliado de  Belaunde. El mismo PPC que ahora, en estas elecciones,  es aliado del Apra, es decir de Alan Garcìa y Mulder.  Si el caso Guvarte fue un robo, entonces quien lo perpetró fue el PPC, conformante  ahora de la alianza Apra - PPC. Esa ladronería, para estos personajes, tiene nombre, pero no apellido. 

Se puede discutir días, noches, meses, pero nunca se llegaran a conclusiones. Eso se denomina discusión bizantina.

Discusión bizantina, solo para tapar latrocinios  pasados, por cierto impune cuando se trata de delincuentes de cuello y corbata, como lo fue en el caso del extinto Elías Laroza, que se llevó  a la tumba todo lo robado y el secreto de como traicionó  a Francisco Belaunde Terry, al mejor estilo de Alan García Pérez, quien  también  traicionó  a su propio “compañero” de partido, asaltando la cama  nupcial, rompiendo la unidad familiar y el matrimonio.