Mag. Químico-farmacéutico y periodista |
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Desde la época de la Conquista los españoles engañaron a los nativos con dádivas y regalos baratos. Así fácilmente se compró la conciencia de los indios formando una gran legión de miserables traidores, que sin esta macabra táctica los españoles no hubieran conquistado el Perú.
Últimamente los votantes se inclinaron a favor de quienes les ofrecieron regalos y obsequios, es decir los electores vendieron sus votos por un plato de comida. El ex alcalde de Chincha fue reelegido una y otra vez por regalar huevos, pollos, cocinas y otros enseres. En tanto en los sectores de la sierra los pobladores fueron engañados con obras de poco valor tales como construcción de escuelitas y trechos de carreteras.
Tal sucede, a nuestro parecer, con el asfaltado de la carretera Chincha-Arma que es una verdadera trampa mortal para los choferes y una vergüenza nacional, hecha por politiquería barata, para engañar a los pobladores dándoles como un caramelo ya chupado.
La ampliación y mejoramiento de dicha vía se produjo con una inversión millonaria, hace varios años. En el presente año se ha asfaltado el trecho Chincha-Arma, siguiendo exactamente la carretera tal como se encontraba, sin hacer las modificaciones más urgentes.
Se ha engañado a los moradores del interior asfaltándoles la carretera a como dé lugar y en condiciones precarias técnicamente. La carretera existente era solo para el paso de un vehículo y presentaba demasiadas pequeñas curvas. Sobre esa base se asfaltó dicha carretera, con los defectos que poseía. El asfaltado en verdad es un engaña muchachos. Indudablemente favorece momentáneamente a los pobladores del interior. La alegría será corta. Cuando la carretera se vincule con Huancavelica comenzaran los problemas, por la estrechez de la carretera y el exceso de pequeñas curvas.
Cabe precisar que los antiguos comuneros construyeron su carretera a punta de barretas, pala y lampa, incluso sin ganar dinero alaguno. Con el advenimiento de máquinas y explosivos se pudieron romper rocas y unir los pueblos con muchos sacrificios. Ahora con elevadas sumas, millones de soles, se debieron ampliar y mejorar dicha vía. No se hizo. El asfaltado se realizó sobre la carretera hecho por los pobladores “a mano”.
Si se compara la construcción de la carretera Canta a Huayllay con la de Chincha-Arma, existe una enorme diferencia. La que va por el río San Juan se parece la construcción de un niño, más no el trazo y hechura de profesionales.
Aparte del pésimo asfaltado de la carretera Chincha-Arma---Huancavelica, sus constructores han destruido los petroglifos de Marcas y Pampas de las Petacas, pertenecientes al distrito de Huachos.
Nos, preguntamos, ¿dónde están el presidente Regional de Huancavelica, los congresistas y demás autoridades que tienen que ver con el mal asfaltado de dicha carretera y la destrucción de los petroglifos?
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