Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Desfaz del presidente Martín Vizcarra El hombre pretender aumentar el sueldos a todos los alcaldes de Lima y de tierra adentro que en general son prósperos comerciantes, ingenieros y/o empresarios de la construcción.

El aumento de sueldos a los alcaldes del Perú anunciado por el presidente Martín Vizcarra ha recibido unánime rechazo del pueblo. En circunstancias que el sector público está reclamando aumentos de haberes, el mandatario peruano lejos de atender lo magros sueldos de los profesores., enfermeras, médicos, etc. se da el lujo de ofrecer un aumento a los alcaldes, lo que es una burla para el pueblo peruano que padece hambre y que sus sueldos no les alcanzan. La pesadilla lo pasan los cesantes y jubilados, que apenas perciben entre 300 a 600 soles mensuales.

Los alcaldes sin hacer nada reciben en la mayoría de los casos más de 10 mil soles mensuales. En algunas provincias ganan un promedio de 5 mil soles. En los municipios distritales el sueldo de un alcalde, en promedio, es de 2 mil soles mensuales. Esto también está en relación al número de electores.

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El caso de Chincha Alta hace años se debatió el sueldo del alcalde, época del Dr. Amoretti, en donde reaccionó el pueblo en razón que el alcalde quería ganar 7 mil soles. En la fecha se sabe que gana por encima de 5 mil soles, una cantidad más que suficiente por ocupar el sillón municipal. En tiempos en que no ganaban, los alcaldes trabajaban por amor al pueblo. Una vez que el partido aprista les asignó un sueldo comenzaron los robos y las vagancias. ¡Viva el Apra!

Lo preocupante del caso, con respecto a Chincha, los 2 últimos alcaldes fueron fantasmas. Raras veces se les ha visto trabajar, por sus constantes ausencias.  Tanto Lucio Juárez Ochoa como César Carranza Falla, de la misma escuela, brillaron por su ausencia. Pocas veces estuvieron en la oficina de la alcaldía. Como nadie les controlaba estos 2 ex alcaldes no se les encontraba en la municipalidad, aduciendo que estaban supervisando las obras, fundamento tonto que nadie le creía.

Pero al momento de cobrar se llevaban todo, no dejando ningún centavo. Que tales sinvergüenzas. Cobraban sin trabajar.

Hablamos con pruebas. Hemos solicitado por intermedio de su secretaria más de una decena de veces para hacerles una entrevista. Nunca la hemos podido encontrar. Todo el tiempo pasaba inspeccionando obras, según su secretaria. Increíble

Con respecto a los regidores. Es una realidad espeluznante. Raras veces están en el municipio. Lo que más les interesa a ellos son sus dietas, su “sueldo”, que es el 30 por ciento de lo que gana el alcalde. Al cabo de 4 años los llamados regidores jamás cumplieron con su función de fiscalizadores. Llegaron al municipio por la dieta.  En la práctica los regidores son parásitos que no hacen nada por el pueblo. Más bien actúan como cómplices de un mal alcalde y encima algunos alcaldes -de uña larga- para que se callen les dan una obrita, con eso se queda felices y contentos.  Los regidores cuando no ganaban luchaban por su pueblo. Caso Chincha recordamos las “peleas” que hacían por su pueblo: “Buendía Vivanco, Zapata Poicón, Carlos Medrano, entre varios. De otro lado hay un número alto de regidores que significa regalar plata a la gente vaga y sin oficio.

El presidente Vizcarra metió la pata, dándose narizazos al suelo. Queriéndose ganar los aplausos de los alcaldes electos les ofreció aumentar sus sueldos, aceptando el descarado y repudiable pedido de los nuevos burgomaestres, que en la primera reunión con el gobierno pidieron más plata, no para el pueblo, sino para sí, demostrando que ellos llegaron al municipio por interés a la plata, engañando a los electores.

Ante este funesto compromiso de aumentar a los alcaldes desde marzo, el pueblo ha reaccionado. Los sectores empobrecidos se mueren de hambre, los empleados públicos se hallan con bajos sueldos, las personas de tercera edad (cesantes y jubilados), se encuentran ganándose una miseria. Esta triste realidad debe merecer la atención del presidente Vizcarra, no el patrocinio del robo y la vida millonaria. Si quieren al pueblo los alcaldes deben trabajar sin percibir sueldo como antes.

El escándalo mayúsculo, son los diezmos que es el 10 por ciento de las obras que percibe los alcaldes, gracias también al APRA. Así los alcaldes se convirtieron en vitalicios, no por amor al pueblo sino a los diezmos, que al final de su periodo salías millonarios. Vamos al dato numérico, por canon minero, por matar al pueblo, los alcaldes recibirán para obras, más de 5 millones de soles, y el 10 por ciento de los 5 millones les toca a los alcaldes. Así, resulta ser alcalde.

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