En OPINIÓN LIBRE |

El Caso Burga

Manuel Burga, expresidente de FPF tenía orden de captura internacional a pedido de la justicia estadounidense.

 

Por: Esteban Saldaña Gutiérrez

Ingeniero Industrial

 
Casi siempre sucede lo mismo en nuestro Perú. Nuestra justicia pocas veces pone el guante a los  delincuentes de cuello y corbata, a los poderosos y a los militarotes, peor si se trata de apristas o filo apristas. Tiene que intervenir la Corte Internacional de DDHH o la justicia Internacional para “enmarrocarlos”  y sentarlos en el banquillo de los acusados.

El precepto moral en el imperio Incaico fue la máxima  AMA SUA, AMA LLULLA, AMA  QUELLA, por ello es improbable que se permitiera cualquier tipo de ladronería.

Los virreyes y su corte si la hacían linda, desfalcando a la corona. El Santo Oficio y la Real Audiencia, tan drásticos con los  ciudadanos de a pie, fueron pusilánimes ante los poderosos de entonces. Allí está el caso de Francisco de Carbajal que a punta de pistola hizo reconocer a Gonzalo Pizarro como gobernador del Perú a espaladas del rey de España. Está también el caso de aquel virrey que acudió al Tribunal, después de numerosas “invitaciones”, flanqueado por dos cañones, solo para apostrofar al Tribunal que  tenía quince minutos para dilucidar una denuncia contra su persona. El Tribunal en cinco minutos lo absolvió.

En la Independencia, los generales a quienes hoy día rendimos pleitesía no estuvieron exentos de  cometer excesos. Ninguno de ellos fue juzgado. Los que le sucedieron, empezando por Hipólito Unanue, que sin tener ningún estudio militar o estar al frente  de una sola batalla se hizo nombrar Mariscal. La gran mayoría de ellos dilapidaron nuestra   incipiente economía. Ninguno  pisó  los tribunales.

Traidores de todo tipo y color pasaron por palacio de gobierno, como los generales Manuel Prado ò Miguel  Iglesias  - al que Alán García en su último discurso  lo llamó hermano mayor, claro, como no - ò el “califa” Nicolás de Piérola, por citar algunos. Ninguno de ellos conocieron si quiera la mansedumbre del Poder Judicial.

Muy pocos fueron investigados, menos condenados.  En nuestra historia  solo dos ex presidentes fueron encarcelados. Augusto B. Leguía y ahora Alberto “Kenya” Fujimori,  quien a diferencia del primero,  purga condena en cárcel vip y dorada, gracias a su congénere  Alan García. Al felón del general Morales Bermúdez la justicia internacional le pisa los talones, por su participación en actos criminales del plan cóndor, que cobardemente este niega. Otros generales, igual de traidores y ladrones,  de la nefasta época del fujimorato, se encuentra prófugos, al igual que los familiares de este reo.

Con Burga nuestra justicia balbuceaba incoherencias y los “mermeleros”  de la prensa deportiva vaticinaban lo peor para nuestro futbol, si se investigaba a este señor nos van a excluir del mundial decían, como si nosotros mismos no nos hubiéramos auto excluidos por mantener a  entrenadores  y jugadores “argolleros”.

La dama de la Justicia, símbolo universal  de la justicia que en  todas las latitudes  se  la representa con los ojos vendados, por su  imparcialidad y objetividad al momento de administrar justicia, sin embargo en nuestro Perú, el Poder Judicial  la  representa con los ojos muy  abiertos, atentas al poderío del litigante.


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