La laguna de Choclococha esta en el corazón del caso del agua Ica-Huancavelica. Ubicada a una altitud de 4,605 m.s.n.m. esta laguna tiene una capacidad de 160 millones de metros cúbicos y una profundidad de 14 metros. La laguna se encuentra en el territorio de los distritos de Santa Ana-Castrovirreyna y Pilpichaca-Huaytará del departamento de Huancavelica.
Según las
comunidades campesinas huancavelicanas de Carhuancho y Choclococha ellos se dedican casi exclusivamente a la crianza de alpacas (unas 42,000). Las obras del PETAC tienden a secar los bofedales, riachuelos y puquios de los que tradicionalmente dependen los pastos naturales con que se alimentan sus animales. Por consiguiente, dicho proceso debería ser frenado, hasta que se demuestre que puede haber suficiente agua para esos campesinos y el PETAC. Sin embargo – dicen los huancavelicanos – hasta ahora no han recibido “una respuesta clara y convincente por parte del Estado”
Por otro lado,
Ica – tercera región política con mayor crecimiento económico, basado en la agroexportación – dice que necesita más agua, no sólo para seguir produciendo y exportando, sino "también para sostener a las poblaciones incrementadas por ese auge y a las actividades conexas a la agroexportación. En tal sentido, el PETAC estima que sólo la industria requiere 538’000,000 de metros cúbicos por año, mientras que la actual oferta acumulada – para todos los usos – llega sólo a 493’000,000.
O sea que las comunidades huancavelicanas y los agentes económicos y las poblaciones de Ica tienen la misma necesidad: Aumentar la oferta hídrica; en pro de lo cual ambos plantean la construcción de infraestructura hidráulica con beneficios compartidos, incluso como respuesta a las amenazas del cambio climático.
Obviamente, esto significa que ningún actor o sector debe actuar por su cuenta: Todos deberían trabajar vertebrados por el Consejo de Recursos Hídricos de la Cuenca Huancavelica-Ica. Pero en vez de buscar esto, involucrando necesariamente a las comunidades de Carhuancho y Choclococha, así como al Gobierno Regional de Huancavelica, el 30 de enero del 2015 el MINAGRI y el Gobierno Regional de Ica suscribieron el Convenio de Colaboración Interinstitucional “Alianza por el Agua para Ica”; el cual implica la “ejecución de las obras de infraestructura hidráulica necesarias para asegurar agua a las zonas agrícolas de Ica.
¿Y para Huancavelica? Nada parecido.
Aún más, no obstante que el agua es “un recurso natural renovable, indispensable para la vida”, “patrimonio de la Nación” y “bien de uso público”; el actual gobernador de Ica, Ing. Fernando Cillóniz Benavides, ha propuesto a las comunidades de Carhuancho y Choclococha – erróneamente un “canon de agua”. Este planteamiento erróneo, en primer lugar, porque tal modelo – ya aplicado a la explotación de minerales, petróleo y gas – no satisface a los pueblos; en segundo término porque todo canon debe ser creado por Ley, y tercer lugar, porque los recursos correspondientes deben ser administrados y distribuidos por el Estado. O sea que ese canon no podría ir directamente a las comunidades, incluso porque ninguna Ley puede tener nombre propio.
Aún más, los días 28 de enero, tres de abril y tres de julio últimos, el mandatario iqueño Cillóniz Benavides declaró en un medio periodístico escrito: “Mi principal meta es que Ica tenga agua las 24 horas del día”, va a haber represamientos, trasvase del río Pampas y presa El Tambo, asimismo dijo: “El 2015 es el año de la ingeniería y detalles técnicos; 2016, 2017 y 2018, años de construcción; año 2019, Ica tendrá agua para siempre y de la grande”, “Este fin de año ProInversión licitará el trasvase de agua de Huancavelica a Ica, con lo que se asegurará el riego de los cultivos en los valles de Ica y Villacuri”.
Esto se haría con una inversión de 200’000,000 de dólares, por Iniciativa Privada Cofinanciada (IPC), aunque con el aval de Estado.
Pero, lamentablemente, todo lo dicho no significa la formación y cohesión del necesario Consejo de Recursos Hídricos de la Cuenca Huancavelica-Ica. Por el contrario, siguen adelante las decisiones y acciones políticas unilaterales, impositivas y atentatorias contra los legítimos derechos e intereses de las comunidades campesinas de Carhuancho y Choclococha, bajo la arbitraria suposición y escasez en los valles de Ica “para la agricultura”.
En consecuencia, todo el Perú debe saber que el Proyecto Especial “Tambo Ccaraccocha” del Gobierno Regional de Ica no es el único actor de la cuenca. Así lo señala – incluso – el proyecto del ANA para crear el Consejo de Recursos Hídricos de Cuenca.
Toda obra de infraestructura hidráulica en las alturas de Huancavelica, con miras a atender también las necesidades de Ica, debe empezar por resolver la creciente escasez de agua para las comunidades respectivas y su economía pecuaria.
Si no se hace esto, el mejoramiento de carreteras locales, la remodelación de colegios y otras dádivas improductivas no pasarían de ser meros maquillajes de un atropello inadmisible.
Fuente: CEPES