WASHINGTON DC | En conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos y en ocasión del 75 aniversario de la Declaración Universal y la Declaración Americana, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reafirma que la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos son interdependientes, constituyendo elementos esenciales para alcanzar la paz, estabilidad y desarrollo en la región.
En esta tríada, la independencia del sistema judicial, se reviste de una protección especial al actuar como salvaguardia contra los abusos de poder, prevenir la discriminación y garantizar la igualdad ante la ley. Un sistema judicial independiente contribuye a prevenir la impunidad en casos de violaciones a los derechos humanos. Como reflejo de este compromiso, los Estados de la región, al adoptar la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, se comprometieron a avanzar en la consolidación de instituciones independientes que salvaguarden la justicia y los derechos humanos.
Sin embargo, en muchos países se observan ataques a la independencia judicial, manifestándose a través de iniciativas legislativas para acortar anticipadamente el mandato de operadores de justicia, destituciones congresales mediante procesos sumarios y sin motivación, juicios políticos basados en figuras ambiguas, actos de acoso motivados por género u origen étnico-racial, traslados, reasignaciones de funciones sin fundamento, hostigamientos, amenazas, apertura de procesos penales y disciplinarios, así como detenciones arbitrarias en represalia por el actuar independiente en funciones jurisdiccionales.
En este contexto, la CIDH destaca que las personas operadoras de justicia son actores fundamentales en el sistema de pesos y contrapesos. Ellas desempeñan un papel crucial como controladores de la convencionalidad, constitucionalidad y legalidad de los actos de otros poderes públicos.
Por esta razón, todos los procedimientos que puedan afectar a estas profesionales deben regirse por los principios de legalidad y debido proceso. Esto implica que las conductas sancionables deben estar previamente definidas de manera clara, con límites precisos en cuanto a los hechos punibles y sus elementos. Asimismo, requiere un juicio ante una autoridad competente, independiente e imparcial, garantizando en todo momento el derecho de defensa.
En este espíritu, la Comisión Interamericana celebra el día instando a los Estados a redoblar sus esfuerzos en la consolidación de democracias que aseguren la total independencia del sistema judicial. Esto incluye la promulgación de leyes y políticas públicas que respalden de manera práctica y efectiva el trabajo de las personas encargadas de administrar justicia, sin permitir intimidación o interferencia alguna.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actuar como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan a sus países de origen o residencia.
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