El complejo arqueológico de “Chinchaycámac” habría sido el más grande del Perú según el Dr. Alberto Bueno Mendoza
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Por: Eucadio Gutiérrez Solano - Profesor/Periodista
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Chinchaycámac la ciudadela más grande del Perú Milenario.
El complejo arqueológico de Chinchaycámac, mal llamada “La Centinela” habría sido el más grande asentamiento humano, del Perú milenario, cuya extensión habría abarcado “El Cumbe” hasta el río Chico Chico actual, teniendo una extensión aproximada de unos 100 Ha. Los cambios de dirección del río Chico por las inundaciones habidas por el fenómeno del niño, que antes pasaba por el lado derecho de Chincha Baja, ocasionó la sepultura de una parte del Complejo Arqueológico de Chinchaycámac manifestó el Dr. Alejandro Bueno Mendoza.
El desaparecido historiador chinchano Luis Cánepa Pachas, por madre descendiente del curaca Pachac o Pachas, que compartió el dominio, con Hutunca y Chumpiauca, desde el mar hasta Alto Larán, nos habla en su Monografía de Chincha que, antes el río Chico pasaba por el lado derecho del pueblo y se desviaba al mar por el costado del resto antiguo llamado “El Alvarado”. Y personalmente también nos acotaba aún más sobre el cambiante cauce del río Chico, que había pues destruido a su paso muchos restos arqueológicos, quedando Chincha Baja al margen izquierdo del mencionado río.
El complejo de Chinchaycámac
La ciudadela de Chinchaycámac según las explicaciones del arqueólogo Alberto Bueno tenía de todo: plazas, ambientes destinados para cada grupo, adoratorio, edificios que fueron construidos en varias épocas. Era un complejo-cívico-militar-religioso-comercial. Estaba vinculada por amplias calles, que partían desde el centro, donde vivía el monarca Chincha.
El complejo no estaba como hoy dividido o fraccionado mal conocido como huacas: Tambo de Mora; El Alvarado; San Pablo; Chincha Baja suroeste, Chincha Baba noreste; depredado criminalmente bajo autorización política del ex alcalde de Chincha Baja; y el Cumbe, todo era uno solo, un extraordinario complejo, una ciudadela enorme Según los vestigios existentes y la muestra dejada por los rapaces destructores, Chincha contaría con cerca de mil construcciones monumentales en su época de apogeo. Las construcciones habrían demorado más de 100 años, si es que se tienen en cuenta el tiempo en que vivieron en chozas, hasta usar adobes y tapiales.
La rapiña de los malos arqueólogos y estudiosos
Se tiene información que desde épocas que trabajó Max Ulhe se robaron de Chinchas muchos restos arqueológico de gran valor: restos de metal, cerámicas, tejidos, huacos y obras de arte, filigrana de mates. huesos y maderas.entre ellos estaría también un arqueólogo profanador que estuvo estudiando la cultura Huari en Ayacucho, y que llegó a Chincha por desgracia para robar, y no dejar nada de sus estudios. También se sabe los que estudiaron los petroglifos de Huancor hurtaron piezas arqueológicas, tal como nos narró un testigo.
EL Qápac Ñan de los Chinchas
Del complejo arqueológico de Chinchaycámac partía una redad de caminos, llamados Qápac Ñan, y que enlazaba a otras ciudadelas importantes, como Huaca Ramos, Huaca Salitre, Lurinchinca, San Pedro, Camacho, las huacas de Ronceros, entre otros. Los caminos eran amplios como de 10 a 20 metros de amplitud para dar paso a los contingentes militares Chinchas y a los famosos comerciantes que usaban como animales de carga a las llamas. Los llameros en su mayor parte venían por Watianá, pasaban por Balconcito, y llegaban a Huaca Grade, Huaca Ortíz y el famoso cumbe, centro Comercial de los Chinchas.
Lo interesante del caso es que los habitantes de Chupamarca, Aurahuá y otros distritos de la zona norte de Castrovirreyna, incluso Huancavelica tenían un intercambio comercial con los Chinchas teniendo como vía la ruta de Watianá y que subía a las cumbres por Hongorú.
También podemos decir que inclusive los de Chancahuasi se vinculaban con Chincha trayendo la papa chupamarquina, logrando llegar a Chincha en 3 días como nos contaban los viajeros hace unos 60 años en Huancaní, lugar donde pernoctaban. Otros se dirigían a Lunahuaná pasando por el pie de Mancolca.
El Arqueólogo Alberto Bueno nuevamente en Chincha
El padre de los caminantes, arqueólogo Alberto Bueno Mendoza estará nuevamente en Chincha, reestudiando los restos arqueológicos, con un grupo de afanados estudiantes de la UNMSM. Es el experto que conoce todo el Perú y mucho más la arquitectura monumental, sobre todo de Chincha. Es además un valiente profesional que celosamente defiende nuestro patrimonio arqueológico y ha denunciado a los traficantes y depredadores de los restos del pasado peruano.