Cada 7 de Junio en el anexo de Yuraccancha (Distrito de Arma)
 

 

A pesar del dolor que significa evocar la muerte de los varones de la Junta Directiva de la Comunidad de Yuraccancha, aquella terrible noche del 07 de junio de 1989 por manos de la subversión, la población debe aprovechar la presencia del sacerdote que viene desde Castrovirreyna una sola vez al año en esta fecha conmemorativa, para consagrar las promesas de amor y fidelidad de los novios, santificar bautismalmente a los niños, bendecir a los animales, entre otras tareas religiosas.

Este día, fuí testigo presencial del momento en el que las viudas afligidas colocaron ofrendas florales junto a las fotografias de sus esposos martirizados, y los hijos lloraron una vez más a sus amados padres ausentes, un acto doloroso definitivamente. Pero también fui testigo del matrimonio de Carmen Cusipuma y Juan Monterola quienes consumaron su deseo de formar una nueva familia, y del bautizo de un hermoso niño de nombre Milder, lo que muestra que la muerte no acabó con la esperanza en una vida mejor para los comuneros de Yuraccancha, a pesar de las carencias y del olvido de las autoridades, cosa común en todas las poblaciones de altura.

Luego de la ceremonia esponsal la nueva familia dió un paseo por las callejuelas del pueblo al ritmo de huaynos entonados por la orquesta típica contratada especialmente para la fiesta. Atrás iban los pajes y las vecinas echando arroz, cebada y caramelos a los recientemente desposados. Al fondo el omnipresente cerro Yaruque, testigo de la muerte de los mártires del pueblo, observa también la promesa de vida conyugal que esta bella pareja se ha jurado mutuamente.

Aquí sobre los 4000 metros de altura, en el indómito pueblo de Yuraccancha, distrito de Arma, Castrovirreyna - Huancavelica, al pie del imponente cerro Yaruque, pareciera que la vida y la muerte hubieran acordado encontrarse cara a cara en las festividades del 07 de junio, para dialogar sobre el destino de este hermoso pueblo serrano.