“Allegro ma non troppo” (alegre pero no demasiado)
Por: Rosa María Palacios
El Presidente se fue de boca diciendo en Puno que “un poquito de contrabando” no le molestaba. ¡Cataplum! Esto ya se esta haciendo recurrente. Ya me imagino la tensión desencadenada desde Puno hasta Lima, los sofocos del equipo de comunicaciones, la bajada de presión de los Ministros presentes. “¿Cómo se sale de esta?” – se deben haber puesto a pensar de inmediato.
El Presidente ¡amparando el delito! Porque el contrabando es ciertamente un delito grave, impune, pero grave. Le cuesta al fisco millones, (nadie puede decir una cifra con exactitud) y promueve una forma de vida clandestina, al margen de la ley. Las famosas “culebras” (decenas de camiones en convoy) que cruzan el altiplano van protegidas por ejércitos de matones armados sin más ley y orden que la que ellos imponen a su paso. El Estado no ha podido contra estas prácticas delincuenciales que mueven millones desde Brasil, Paraguay y Bolivia, hasta hoy.
A las pocas horas el Presidente tuvo que desdecirse. El problema esta en que no puede hacerlo una vez por semana. Su presidencia tiene sólo dos semanas y ya van dos veces. A ese ritmo y con un Congreso prestó a buscarle cualquier error para atacarlo va a quedar agotado sin siquiera haber empezado.
¿Hay alguna explicación para esta conducta? Me arriesgo con una teoría que creo puede ser comprobada en los próximos años. Kuczynski es un hombre con costumbres extrañas para el peruano: siempre dice lo que piensa. Mientras mas contento y mas en confianza esta, con mayor sinceridad se expresa. ¿Esta contento en estos días? Mucho y se nota. Cuando estaba bajo la presión de la campaña, también decía cosas inapropiadas pero el hecho de estar en tensión lo hacía morderse la lengua. Ahora, alegre, de regreso a Puno lugar donde se siente a gusto, dice con sinceridad lo que cree.
Lo que sucede con nuestro Presidente es bueno y es malo. Es bueno porque no es un mentiroso, un falso o un cínico, cualidad presente en casi todo político. Nos va a decir lo que piensa. Eso ya es muy raro. El problema mayor es que no nos va a gustar lo que piensa o es políticamente incorrecto decirlo. Por ejemplo, para nuestras relaciones exteriores puede ser magnifico que se sepa en el mundo que tenemos un Presidente que tiene gran sinceridad, pero puede ser un desastre internacional si dice siempre lo que piensa. Hay pensamientos que es mejor tenerlos bien guardados.
El caso de hoy, es peor. Porque el contrabando es un delito y no se puede ser ni un “poquito” tolerante con el delito. No desde el Estado. Pero es verdad también (de nuevo, hipocresías aparte) que la sociedad peruana es tolerante con el contrabando. Comprar cosas de contrabando es socialmente aceptado, porque si no hubiera una demanda no existiría una oferta. Puno vive del contrabando, como Madre de Dios de la minería ilegal. Por eso, si se escuchan las palabras de PPK – en el momento en que las dijo – se oyen risas. El mensaje fue empático con la realidad social circundante, pero inaceptable en un Presidente.
Como en la música que tanto aprecia, el Presidente debe estar alegre, pero no tanto. Un poco de moderación es urgente porque si no, nos pasaremos discutiendo “la metida de pata de la semana” en lugar de asuntos mas graves y urgentes. Una lástima porque podríamos hacer comentado cosas, mas interesantes, que dijo en Puno, como la limpieza del Lago Titicaca. La prensa (me incluyo) siempre le va a prestar mas atención a lo insólito que a lo cotidiano. Por ello, debe dejar la sinceridad salvaje de lado y morderse la lengua, al menos, en público.
Fuente: Blog http://rosamariapalacios.pe
El principio de Peter o principio de incompetencia de Peter, está basado en el «estudio de las jerarquías en las organizaciones modernas», o lo que Laurence J. Peter denomina «hierachiology» («jerarquiología»).
Afirma que las personas que realizan bien su trabajo son promocionadas a puestos de mayor responsabilidad, a tal punto que llegan a un puesto en el que no pueden formular ni siquiera los objetivos de un trabajo, y alcanzan su máximo nivel de incompetencia. Este principio, formulado por el catedrático de ciencias de la educación de la Universidad del Sur de California en su libro The Peter Principle, de 1969, afirma que:
"En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata sube hasta cortarse".
Foto montaje publicado en Facebook.