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El maestro, potencia vidas más que un facilitador

Al descubrir los innatos talentos de sus pupilos, vigoriza las habilidades y capacidades al más alto nivel, con el objetivo de que logren una vida exitosa en esta jungla de la incertidumbre.

 


Por: David Auris Villegas - Escritor/Pedagogo
https://orcid.org/0000-0002-8478-6738
davidauris@gmail.com

 

El maestro no solo es un facilitador del aprendizaje y mediador educativo, como lo etiquetan los funcionarios de la educación en América Latina, sino que, ellos potencian y transforman la vida de los estudiantes. 

 

Al descubrir los innatos talentos de sus pupilos, vigoriza las habilidades y capacidades al más alto nivel, con el objetivo de que logren una vida exitosa en esta jungla de la incertidumbre.

 

No se le considera un potenciador del aprendizaje en muchos países debido a que lo han acartonado a la función de transmisor de contenidos. Asimismo, sin valorar la importancia del maestro, el sistema educativo le ha quitado la autoridad pedagógica del aula, relegándolo al papel de facilitador que muchas veces no son respetados por los estudiantes y la misma sociedad.

 

Al respecto, la experta pedagoga, Inger Enkvist, sostiene que los maestros cargan sobre sus espaladas el futuro de la sociedad, por lo que merecen un respeto. Por ello, es fundamental valorar su trabajo. Reconocer su aporte y reputación es clave para fortalecer la educación y el desarrollo de nuestras naciones.

 

Reducir a los maestros a simples “facilitadores del aprendizaje” o “mediadores educativos” desvaloriza su verdadero impacto, limitándolos a un rol secundario. En realidad, son aliados clave de los estudiantes, guiándolos, inspirándolos y preparándolos para afrontar los desafíos de la vida.

 

Para otorgarle al maestro su verdadero estatus de potenciador del aprendizaje, pasa por una innovadora política educativa. Porque si continúan llamándolos facilitadores o mediadores, la sociedad no los va a comprender que los maestros, son los auténticos ingenieros sociales. Por ejemplo, en Finlandia, los docentes gozan de prestigio y son reconocidos como elemento clave de desarrollo del país.

 

No todo es culpa del sistema, también son responsables los docentes que han aceptado sin cuestionar los términos “facilitador” y “mediador”, lo que puede debilitar su responsabilidad pedagógica. Entonces es esencial replantear su papel protagónico y no refugiarse en etiquetas que los alejan de su vocación: educar para ampliar la visión y perspectivas de los estudiantes.

 

Como alegato final, el maestro es un potenciador de vidas y no solo es un facilitador. Reconocer su liderazgo y devolverle su autoridad pedagógica es fundamental para la educación y su misma autoestima. Recordemos que, como mentor, ayuda a los estudiantes a descubrir las oportunidades que ofrece la era digital.

 

© David Auris Villegas. Escritor peruano, columnista pedagógico, profesor universitario y creador del ABDIVCPCE.

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