Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Hace más de 50 años que venimos observando el comportamiento del poblador chavinero. Y hace 14 años que la empresa minera Milpo se encuentra explotando la riqueza metálica de Cerro Lindo o Huapunga. A pesar de la presencia de la compañía minera la forma y modo de ser de los habitantes del distrito de Chavín en nada ha cambiado. Más bien se ha fortificado. De manera la esencia del poblador andino sigue como lo fue en el antaño. Su pensamiento permanece tan igual como hablaban los abuelos.

Predomina la ambición, el egoísmo y la envidia, sumados a estas taras la ignorancia. Valores y principios no existen para la mayor parte de la población. Salvo un porcentaje mínimo tiene una visión diferente. Entonces, el pueblo vive sumido en la ignorancia y siendo el rector de su vida el instinto y la vida vegetativa

Sobre este caso hace varios años conversamos con el científico peruano Bruno Castillón Lévano, nacido y formado en el distrito de Chavín. El destacado hombre de ciencias, de renombre mundial, nos hablaba que el chavinero es eminentemente imitador, vive en función a los demás. Si su vecino compra una casa, también él logra adquirir una; si compra una vaca de buena raza, de inmediato también lo adquiere. Si lo demás roban también, se encarga de hurtar. Sus fiestas reflejan el mismo cantar. En la navidad si un grupo o una cuadrilla lleva una orquesta de Huancayo, la otra cuadrilla hace exactamente igual. En todo aspecto se ve el proceso de imitación o actuación por reflejo.

 

La llegada de Milpo a Chavín significó para los malos dirigentes hacer plata, en traicionar a su pueblo, convertirse en millonarios y tener riquezas, y tomaron el poder del pueblo, cual asaltantes a mano armada, como capos de la mafia, para hacer su reverenda gana, y vivan como rey, a expensas, de la compañía minera, bajo el aplauso y apoyo de los esclavos de la ignorancia, que también reciben migajas cual Lazarillo. Entonces se callan y coluden.  El robo, la rapiña, el contubernio, la discriminación, se convirtió en cosa normal, alcanzando su auge extraordinario bajo el amparo gubernamental que se muere por los dólares, mientras el desarrollo y el progreso del pueblo sigue como antes.

Humildes ciudadanos siguen viviendo en casuchas de piedra, se enferman, se mueren, no tienen ni siquiera una silla donde sentarse. En otras palabras, llega Milpo, ya está 14 años, la situación del pueblo prácticamente en nada ha cambiado. Los “rateros”, malos dirigentes se han profesionalizado en el arte de robar y mentir con cinismo, volviéndose en millonarios en corto tiempo. La manipulación y la complicidad son notorias.

Frente a esta situación -el pueblo- esclavo de la ignorancia, que vive imitando a los demás, cree que llegó la hora, también, de hacerse rico, aunque los demás se mueran de hambre, que no sabe de principios ni de moral, sino cosechar plata. Familias enteras, cercanos a los malos líderes, han formado su grupo como si fuera un ejército de maleantes, destinado a saquear al pueblo. Pues con su lema “si otros roban y fácilmente se hacen millonarios, yo también hago lo propio”. Y defienden con uñas y garras a sus líderes mafiosos convertidos a millonarios.  La vida es fácil para los comuneros deshonestos que carecen de principio moral, pues lo que más les interesa son los millones de soles, siendo el pueblo solamente escudo para consumar sus robos. Y todavía tienen el cuajo de portar la bandera de la reivindicación engañando a los comuneros, para postrarse luego como guardines de la empresa minera. Los intereses del pueblo, lo de menos.


 

Como la mayor parte de los pobladores tienen el virus de vivir igual que los demás, poco a poco se desmoronan pasándose al otro grupo, de tal suerte que la lucha por los intereses del pueblo, a medio camino, se frustra y el desarrollo de la comunidad se estanca, pero sí aparecen nuevos millonarios.  

¿A dónde vamos con este planteamiento? Queremos precisar que del 2004 hasta la fecha el desarrollo de Chavín da pena. La miseria y el subdesarrollo continua como hace unos 50 o 60 años. Al lado de la triste realidad los dirigentes se han vuelto millonarios, todos han resultado con muchas propiedades, sus familiares trabajan en planilla de Milpo.

Como los dirigentes no tienen valores ni principios no les interesa el desarrollo de su pueblo. Son más de 100 millones de soles que Milpo habría destinado para el pueblo de Chavín, pero esa plata ha desaparecido sin que se vea la inversión.

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