Entrevistamos a Gino Passalacqua, oceanógrafo experto en climatología, meteorología y pesca, sobre lo que fue “El Niño Costero”, lo que vive el país durante estos meses a causa de “El Niño Global” y lo que nos espera hacia finales de año en cuestión de riesgos.

Con el nombre “fenómeno El Niño” se hace referencia a diversos eventos climáticos, a pesar de que la alteración principal de estos consiste, principalmente, en el calentamiento del agua del mar.

En ese sentido, se puede decir que El Niño Costero y El Niño Global son distintos y, además, cada uno presenta variables determinadas: el primero se trata de una alteración localizada en la franja marina costera de América del Sur (sobre todo en Perú y Ecuador) y el segundo es una alteración climática de gran escala en el océano Pacífico ecuatorial y sur. Existen casos en los que, cuando es muy intenso, produce variaciones climáticas por todo el planeta.

Sin embargo, en Perú, a pesar de esta diferencia, Gino Passalacqua afirma: “Hay un problema. A todo se le dice Niño Costero, lo he escuchado por autoridades, cuando los procesos físicos que desarrollaron ese evento ya terminaron.

El Niño Costero inició a principios de febrero y culminó en mayo”. Lo que sucedió a partir de junio a la fecha fue una transición hacia un Niño Global, explicó el especialista. Ello facilitado por la energía que se acumuló en el Pacífico Oriental a causa del Niño Costero. “La situación actual del Niño Global es que está en desarrollo. Ya se asentó y va a proceso de maduración”, añade. Se espera que el pico se de entre diciembre del presente año y enero del 2024.

¿Qué ha pasado entonces en las últimas semanas? Hemos presenciado un descenso en las temperaturas del aire.

El calentamiento costero disminuyó debido a la intensificación del anticiclón del Pacífico Sur, el cual se empezó a acentuar desde finales de agosto / principios de septiembre. Estos son estos vientos del sur que han hecho que bajen las temperaturas del aire. Sin embargo, eso es típico de esta temporada del año. Pero esto no significa que El Niño vaya a desaparecer, ni que no vaya a haber precipitaciones considerables para la siguiente temporada de lluvias.

¿Cómo se viene desenvolviendo El Niño Global?

Este año tenemos un Niño intensificado por el calentamiento global. Se ha manifestado con precipitaciones, ondas de calor, nevadas muy intensas. Algo totalmente atípico. En la Amazonía hubo una ola de calor con temperaturas que superaban los 37°C y no es el mes donde se deberían dar esos valores. Además, ¿qué significa el calentamiento global que estamos viviendo actualmente para la atmósfera? La atmósfera, al estar más cálida, tiene más capacidad de absorber agua. Ello facilita las condiciones de precipitación.

¿Qué podemos esperar del Niño Global en los meses venideros?

Los efectos del Niño Global se van a sentir hasta abril o mayo del 2024 y va a ser un evento de consecuencias considerables para las diferentes regiones del Perú. La costa y sierra norte se van a ver afectadas con intensas lluvias, la sierra sur con sequías intensas y la Amazonía con lluvias por debajo de lo normal.

Tenemos conocimiento de que Ecuador está llevando a cabo un Plan de contingencia para afrontar los efectos del Niño Global. Hace poco estuviste en dicho país. ¿Qué opinión tienes al respecto?

Lo que noté es que en Ecuador hubo una visión diferente con respecto a la comunicación de la predicción y las consecuencias del Niño. Las entidades (del Gobierno) relacionadas te dan el peor caso posible, según las condiciones atmosféricas y oceanográficas en el momento de emitir un comunicado. Eso los hace estar más preparados. Aquí se hace lo contrario, las instituciones oficiales se ponen en el mejor escenario. ¿Y qué pasa cuando se equivocan? La gente pierde confianza en lo que dicen. Además, ¿a qué lleva ponernos en el mejor escenario? A que las personas se preocupen de su día a día y se olviden de que se tienen que preparar para El Niño.

¿Y qué acciones llevan a cabo por parte de la sociedad civil?

En Guayaquil, que es específicamente donde estuve, se habla mucho de corresponsabilidad. Es decir, no puedes esperar que el Gobierno, sin importar el nivel del evento, te rescate todo el tiempo. Sobre todo porque, en el caso de este evento, los niveles de afectación son tan intensos que no hay respuesta del Gobierno que pueda atender a todos. Entonces, ¿quién más que tú va a conocer lo que pasa en tu barrio? Sobre todo, si ya hemos tenido experiencias anteriores. Ya conoces las zonas que son propensas a inundarse y con cuánta lluvia se inunda. Hay que tomar esa corresponsabilidad primero y también tener un plan familiar de mitigación y evacuación.

Se dice que en Perú somos expertos en “apagar incendios” más que en prevenirlos. ¿Qué opinas al respecto?

Aquí apagamos incendios todo el tiempo. El Gobierno de turno, sea a nivel central o local, ha pecado, y no solo hablo de ahora. No han invertido en prevención, han invertido en reconstrucción. Pero si tú inviertes un dólar en prevención te ahorras por lo menos 15 dólares en reconstrucción. No existe esa visión a largo plazo. No se piensa que va a tocar un Niño y se tiene que estar preparado, se tiene que invertir en infraestructura, en gestión, en sistemas de alerta temprana. Por ejemplo, si hablamos de la “Reconstrucción con cambios”, ¿cuánto se gastó? Más de S/ 6,000 millones. Imagínate qué pasaría si se invirtiera el 10% de eso en ciencia de prevención y alerta temprana del evento El Niño. Tendríamos todas las herramientas. ¿Sabes que en Perú no existe ni un solo radar meteorológico? Con un radar tú puedes saber cuándo va a llover, de dónde va a venir la lluvia y en cuánto tiempo se irá. En Perú no existe un solo radar.

Finalmente, ¿qué podemos esperar para próximos años si hablamos del Niño y el Niño Global?

Parte de la investigación que estamos publicando con unos colegas confirma que, debido al cambio climático, este tipo de condiciones para que se desarrollen depresiones tropicales similares va a ser más fácil durante los siguientes años. Estás precipitaciones serán más intensas, más severas y frecuentes.

Fuente: Oceana Perú