Autor de la caricatura, Carlin.
Por: Álvaro Meneses - Wayka
En conferencia de prensa, la candidata presidencial Keiko Fujimori, en compañía del excongresista Miguel Torres y del abogado Julio César Castiglioni, denunció la noche del miércoles 9 de junio un supuesto fraude electoral en su contra. Como prueba de ello, señaló que en las zonas rurales del país identificaron firmas en las actas que no coincidían con las consignadas en RENIEC y mesas de votación conformadas por personas del mismo apellido que podrían ser familiares.
Tras consultar con lingüistas especializados en estudios andinos, así como dirigentes de organizaciones y poblaciones indígenas, Wayka identificó que la denuncia fujimorista desconoce la realidad de la población rural y que hace uso de la misma a favor de sus intereses.
Al cierre de esta nota, el conteo de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) posiciona a Pedro Castillo con 50.198% de votos y a Keiko Fujimori (Fuerza Popular) con 49.802%. En ese contexto, la lideresa fujimorista busca anular más de 200 mil votos de las zonas rurales que prefirieron al candidato de Perú Libre como presidente
¿Firmas falsas?
De acuerdo a la denuncia de Fuerza Popular, se detectaron 503 actas en donde las firmas no corresponden a las originales. “Tal como lo podrán ver, no es imaginación de quien les habla, sino son los hechos concretos”, dijo en la conferencia de prensa Miguel Torres, excongresista de Fuerza Popular, mientras mostraba como pruebas las firmas de los ciudadanos de la región Amazonas, Luis Visalot (Colcamar), Celina Román (Vista Alegre) y Yoel Alcántara Bagua).
Para Roger Gonzalo Segura, docente aymara y magister en lingüistica con mención en Estudios Andinos por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), dicha denuncia muestra un desconocimiento de la cultura indígena. “Allí (en las Amazonía) las personas no firman constantemente, se olvidan de sus firmas.Yo he conversado con compañeros de la Amazonía, hasta profesores, y cuentan que no firman, solo cuando están obligados a hacerlo. Es un hecho permanente en la Amazonía”, explica Gonzalo a Wayka.
Roger Gonzalo Segura, docente aymara y magister en lingüistica con mención en Estudios Andinos.
Bajo el argumento de las supuestas firmas falsas en las zonas rurales, Keiko Fujimori busca anular 802 actas que representan más de 200 mil firmas. “Es la ignorancia la que nos lleva al racismo, al desprecio”, lamenta el lingüista aymara.
Desde Amazonas, también se pronunció el dirigente indígena Mateo Yagkug Nugkum, de la comunidad awajún de Chipe, del distrito de Imaza, provincia de Bagua, región Amazonas. “Nosotros como pueblo awajún no somos corruptos, aquí en Chipe no existió fraude, este voto es verdadera voluntad popular del pueblo awajún. Que se respete los votos emitidos de las comunidades indígenas sino habrá un segundo ‘Baguazo’ para que seamos respetados”, sostuvo Yagkuk en una carta pública.
Para Newton Mori Julca, experto en materia de racismo y discriminación racial de la asociación indígena Chirapaq, el fujimorismo está manipulando situaciones estructurales de los pueblos indígenas para formular argumentos para sus intereses.
“El uso de las firmas no sucede en las comunidades, rara vez se emplea a lo mucho una o dos veces al año, o más tiempo aún. No es una práctica constante. Se evidencia un desconocimiento de los usos y prácticas en las comunidades sobre la firma”, señala Newton Mori a Wayka. “Esta estrategia que se ha trazado, no hace un escrutinio en todo el país, sino en las zonas más apartadas, precisamente para aprovecharse de esa realidad, que es resultado de la ausencia de educación. Hubo un aprovechamiento de esa situación para los argumentos que pretenden invalidar miles de votos”.
Newton Mori, experto en materia de racismo y discriminación racial de la asociación indígena Chirapaq.
¿Parientes en la misma mesa?
Para el fujimorismo, otra de las pruebas del supuesto fraude contra la candidata de Fuerza Popular sería las mesas de votación conformadas por miembros de una misma familia. “El tercer supuesto que violenta la voluntad de los ciudadanos es la conformación de los miembros de mesa (…) no pueden ser parientes, eso podría invitar a poder efectuar actos indebidos”, dijo el excongresista Miguel Torres.
Bajo esa premisa, Torres indicó que encontraron hasta 65 mesas conformadas por personas del mismo apellido, lo que equivale a 15 mil 250 votos aproximadamente. Los pocos casos que pudo verificar pertenecen al departamento de Puno.
Desde la comunidad de Huacrachiro (Loreto), el dirigente indígena kukama James Pérez Pacaya cuestionó las pruebas presentadas por el fujimorismo por un supuesto fraude. “En algunas comunidades indígenas existe más del 80% de parentescos, pero eso no significa que se haya armado toda una patraña para consumar un fraude”, dijo el dirigente kukama a Wayka.
James Pérez Pacaya, dirigente indígena kukama.
James Pérez también recordó que los miembros de mesa son seleccionados por la ONPE. “Eso lo decide la ONPE a través de un sorteo, ellos están debidamente habilitados por el órgano correspondiente que lleva a cabo el proceso electoral”.
Para el lingüista aymara Roger Gonzalo, es un completo desconocimiento señalar que por llevar el mismo apellido dos o más personas son familia. “Hay apellidos que en cada pueblo son más comunes y eso no significa que sean familia o vivan en la misma casa. En una comunidad, todos los que tienen el mismo apellido votan en una misma mesa, por lo tanto es usual que coincidan los apellidos hasta en una misma mesa de votación”, explica Gonzalo.
Frente al desconocimiento de la realidad de las zonas rurales, Roger Segura enfatiza en la necesidad de priorizar un plan educativo intercultural y bilingüe. “No es posible que no se haga conocer sobre quiénes viven en nuestro país y qué tipo de realidades viven. Que se sepa que somo un país multicultural. Querer negar los votos de estas personas es un atropello, una desconsideración de parte de Lima”, cuestiona.
El experto en materia de racismo y discriminación racial de Chirapaq también coincide con el desconocimiento de la realidad de las zonas rurales. “El tema de los apellidos es bastante común en varias comunidades, más en las indígenas. Hay apellidos recurrentes en Puno, como lo es Catacora. A nuestro modo de ver, hay una práctica sistemática de parte de quienes intentan desconocer lo que justamente pretenden defender, la voluntad popular. Quieren anular la votación de esas mesas a favor de sus intereses”, dice Newton Mori Julca.
Recibe las últimas noticias del día