El capibara, también conocido como “ronsoco” se ha convertido en la sensación del momento. Este roedor, el más grande del mundo, se ha convertido en símbolo de biodiversidad y en una herramienta clave para promover la conservación de las áreas naturales protegidas del país.
Con su carácter apacible y mirada reflexiva, el capibara ha conquistado a niños y adultos por igual, impulsando una «capibaramanía» que trasciende fronteras. Peluches, canciones virales y una creciente atención en redes sociales han catapultado al roedor amazónico al estrellato, pero su popularidad va más allá del entretenimiento. De acuerdo al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), esta tendencia es una oportunidad para fomentar la conciencia ambiental y promover visitas responsables a espacios naturales protegidos.
Guardianes de los ecosistemas peruanos
Los capibaras habitan en ecosistemas emblemáticos como el Parque Nacional del Manu, la Reserva Nacional Pacaya Samiria y Tambopata. Estos espacios, que representan el 96% del total de áreas protegidas bien conservadas en el país, son vitales para la supervivencia de este roedor y de numerosas especies. Sociables y adaptados a la vida acuática, los capibaras cumplen un rol ecológico esencial, manteniendo el equilibrio de los ecosistemas a través de su dieta herbívora y su interacción con otras especies.
Sin embargo, la popularidad no los exime de amenazas. La deforestación y la expansión agrícola siguen siendo los principales riesgos para su hábitat. En un contexto donde la deforestación amazónica ha alcanzado niveles alarmantes, proteger áreas como Pacaya Samiria no solo asegura la supervivencia del capibara, sino también de recursos hídricos y biodiversidad clave para el planeta.
El auge de la capibaramanía ofrece una plataforma única para integrar a más ciudadanos en los esfuerzos de conservación. Cada compra de productos temáticos o cada visita a un área protegida puede transformarse en una acción concreta para preservar el hábitat de esta especie. «El capibara no es solo una tendencia; es un recordatorio de la riqueza natural que debemos proteger», enfatiza el Sernanp.
El capibara y los negocios chinos
En plena fiebre por las capibara, el simpático roedor amazónico convertido en un fenómeno comercial, un hecho inesperado sacude los mercados peruanos. Liao Yue, empresario chino, obtuvo los derechos exclusivos sobre la palabra “Capibara” como marca registrada ante Indecopi, lo que amenaza con cambiar las reglas del juego para pequeños comerciantes que han encontrado en este animal una fuente de ingresos clave durante la campaña navideña.
En mercados como Mesa Redonda y el Mercado Central, productos inspirados en la capibara, como peluches, mochilas y papelería, son los más vendidos de la temporada. Sin embargo, el registro de la marca por parte de Liao Yue limita la comercialización de artículos con la palabra “Capibara”. Esto podría derivar en confiscaciones de mercancía y sanciones legales.
Renzo Quispe, representante de Mesa Redonda, expresó su preocupación por el impacto de esta medida. “Estamos siendo golpeados por algo que no tiene sentido. Este animal es parte de nuestra biodiversidad y cultura. Ahora nos enfrentamos al riesgo de ver nuestros productos incautados o destruidos, lo que afectará directamente nuestras ventas y a cientos de familias que dependen de este comercio”, declaró a Panorama.
¿Qué pasará con la marca Capibara?
Especialistas advierten que el registro de Liao Yue podría extenderse a otras categorías como juguetes y artículos de moda, lo que intensificaría el conflicto. Por su parte, consumidores han mostrado solidaridad con los comerciantes, mientras algunos organismos evalúan acciones legales para cuestionar la legitimidad del registro, argumentando que el término “capibara” representa un patrimonio compartido de Sudamérica.
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