Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho

El transporte público urbano en las principales ciudades del Perú es inoperante, contaminante por el uso de combustibles fósiles, sobre ofertado de unidades, costoso, de baja calidad, inseguro, los desplazamientos se convierten en un tour dentro de la ciudad asemejado a eternos viajes, y ni en Lima está integrado o se brinda la suficiente información para los viajeros.

Para un extranjero llegando nomás al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, no encontrará ningún mapa o guía informativa de cómo llegar a los principales distritos de la capital.  

En diferentes sitios del territorio nacional las opciones para transportarse son los microbuses (30 pasajeros), camioneta rural (11 pasajeros), y buses. La antigüedad de la flota se encuentra, en promedio, por encima de 30 años para microbuses y de más de 20 años para camionetas rurales, según las autoridades de transporte. Pocas son las ciudades que cuentan con ciclo vías.

A falta de los anteriores, los autos particulares que prestan ilegalmente el servicio  y los famosos moto taxis, complementan la operación generando congestión y falta de confianza en los usuarios por los altos niveles de siniestralidad.
 

El caos que se percibe minuto a minuto es debido gracias a que los gobiernos locales, las más de las veces carentes de apoyo del gobierno central, no cuentan con la gobernanza adecuada ni mucho menos   planes concretos en cuanto a la supervisión de una manera eficiente de la prestación del servicio público de transporte, donde el usuario debiera ser la prioridad.

Otro factor del desorden es que se siguen moviendo con vías y normas de hace más de medio siglo cuando la población de las ciudades evidentemente era menor.  En 1940 los que vivían en las ciudades no superaban el 35% de la población nacional; en el año 2017 llegó a casi el 77%, del total, con alrededor de 24.5 millones de habitantes, que se concentra de manera significativa en las principales ciudades, especialmente en la metrópoli Lima-Callao.

El transporte urbano de pasajeros se presta en vehículos obsoletos e inadecuados; no hay una eficiente planeación y autorización de rutas; la vigilancia de las autoridades produce pocos resultados por la falta de una verdadera gobernanza en materia de transporte; en fin, el cobro es al menudeo por una persona diferente al chófer o chofer-cobrador en una misma persona, quienes no pocas veces se vuelan las normas de movilidad o circulan a velocidades no permitidas

En Lima, sólo en la Línea 1 del Metro y en el Metropolitano existen sistemas de recaudo electrónicos; empero los sistemas no son compatibles y por tanto no están integrados tecnológicamente. Trujillo es la única ciudad del Perú que ha concesionado un sistema único de recaudo electrónico, que está en proceso de implementación.

Fuera de las personas, las mercancías presentan limitaciones para el desplazamiento en el sistema de transporte urbano, los camiones repartidores estacionan en lugares prohibidos o se trata de unidades vehiculares antiguas.

Uno de los puntos de examen para el ingreso de el Perú a la OCDE es precisamente el del transporte público integral, por lo que es la cuarta de las Políticas nacionales trazadas por el gobierno (Educación Básica Rural, la Competitividad, la Igualdad de Género y el Transporte Urbano Sostenible.), en la cual se plantearon cuatro objetivos prioritarios y a partir de ellos se esbozan catorce lineamientos de la Política Nacional de Transporte Urbano.

El revolcón en el transporte que llegó a este país incluye el uso intensivo de tecnologías de ITS (Sistemas Inteligentes de Transportes) para el control de tránsito. En los terminales, estaciones y sitios de recogida y dejada de pasajeros a nivel nacional, los peruanos se familiarizarán con avisos en los que se señale que las conductas de acoso sexual se encuentran prohibidas y son objeto de denuncia y sanción.

El órgano rector a nivel nacional en esta materia es el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.

@luforero4