Profesor/Escritor |
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Cuenta la historia que el Uma Muyu, era un personaje dócil de pequeña estatura, casi siempre tenía algún defecto en el semblante, era fornido para el trabajo de campo, su cabeza estaba casi unido al tronco; tenía el cabello hirsuto y habitaba en las estancias de la serranía yanina.
Lo particular de este protagonista es que era medio tonto, lerdo, opa, sordo, y de pocas palabras, vivía su mundo casi lleno de limitaciones, retrasaba la labor encomendada por su lentitud, los pueblerinos les asignaban algunos trabajos específicos y domésticos para ellos.
Muchas veces se olvidaban de las cosas, dicen que una vez a uno de estos ángeles, que vivía con uno de los comuneros de del caserío de shilkahuilca, lo mandaron a cargar agua en bidones, desde el rio, llevando en lomo de un burro hechor, y como era muy distraído él, se había quedado jugando en el camino.
Mientras tanto el burro con carga y todo, se había ido siguiendo a unas burras en celo, hasta la lomada de mitas pina, lugar donde se habían caído los bidones de agua, rodando por las lomas hasta llegar al zanjón.
El Uma Muyu, llorando andaba por todos los cerros, buscando su burro, quien ya complacido luego del apareo, comía su champa en mitas pina, estaba sin carga ni parejo.
Al encontrarlo Uma Muyu, muy enojado lo amarró en un arbusto de guaglasho, dándole una brutal paliza al pobre borrico, que son muy útiles y excepcionales, resistentes y muy inteligentes.
Según cuentan los lugareños dicen que los comuneros y los mayores los castigaban a los Uma Muyos, excesivamente por su manera de ser y creyendo que así iba a cambiar, quitándose su mal de uma muyu.
También dicen que dichos ángeles, nacieron a raíz de una relación del incesto, lo cual lo llevaron a nacer con esa particularidad, aunque testigo no he sido, los comuneros así lo referían.
Chincha, octubre del 2019
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