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Los órganos rectores de la prensa peruana el Colegio de Periodistas de Perú (CPP) y la Federación de Periodistas del Perú (FPP), parecieran que fuesen los defensores de la extrema derecha mercenaria hambreadora y explotadora, desde que Genaro Carnero Checa y otros líderes defensores del pueblo, fallecieron, pues muestran silencio sepulcral, olvidándose de su misión, y se callan cuando la masa humilde y campesina sufren los más letales abusos y ataques cavernarios, de la gente del poder económico.
El pueblo es víctima cruel de la delincuencia, vive en la miseria y abandono, pero para el CPP y la FFP todo es normal, de cuchicheo y reparto de parabienes `provenientes de la CONFIEP. Cuando la prensa basura arremete organizadamente, defendiendo a su amo, mancillando el honor de la gente del pueblo, y distorsionando las declaraciones e inventando hechos, estos órganos demuestran su silencio cadavérico, olvidándose de la ética periodística.
Estos órganos rapaces que viven de las cuotas de los socios, mientras pagan sus aportes son periodistas, pero el día que dejan de abonar, son excluidos de la lista de los socios y privados de sus derechos. Hace poco tiempo que supimos que el periodista chinchano Abraham Quispe Lévano, fallecido recientemente, fue excluido del Colegio de Periodistas, por no pagar. La lacra dirigencial, de cuello y corbata, jamás se acordaron de los periodistas agremiados, que eran víctimas de la putrefacta derecha.
Eucadio Gutiérrez fue denunciado por la empresa minera Milpo, desde luego miembro de la CONFIEP, por un millón de dólares. Un escándalo de todos los tiempos, en tanto, estos 2 organismos fueron ciegos y sordos. Cerraron sus bocas y ojos herméticamente. Lo que demuestra la unión umbilical entre los órganos de prensa y la poderosa empresa. Eucadio, tuvo que defenderse con el apoyo de la Asociación Nacional de Periodistas, que sin ser miembro recibió el respaldo de la entidad periodística.
El pueblo peruano se debate en la inseguridad, diariamente mueren ciudadanos, a cada minuto se producen robos y asesinatos, en tanto el CPP y la FPP siguen como muertos sin interesarles la paz y seguridad de las personas.
Pareciera, que son más bien son los protectores de la banda de delincuentes. ¿Dónde estén los periodistas? ¿Acaso frotándose las manos para recibir sus sueldos, cuando hay muertos y robos?
Hace más de 3 décadas que somos testigos del silencio cómplice y asqueroso de los órganos periodísticos CCP y FFP, que no atan ni desatan. Son organismos de adorno, ajenos a la problemática del pueblo peruano. Comen y beben a lo grande, mientras el pueblo sufre y clama justicia. Entidades que no sirven para nada. Corbata y terno para usar en reuniones de gala, por periodistas sin honor.
Sabemos que la periodista Magaly Medina está denunciada y sentenciada en primera instancia. Para nosotros el sustento judicial es una burla, pues sus fundamentos no tienen subsistencia. Sus argumentos dan risa. De tal modo cualquier sujeto puede denunciar a un periodista. Y, la FPP y CCP se ríen, qué bárbaro. Son entidades que está demás. Esperamos que se despierten, y dejen de ser los taparrabos de la CONFIEP.
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