Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Hace ya varios meses los ciudadanos del distrito de Chavín (Chincha) denunciaron que muchos niños estaban enfermos de bronquios, de gripe, que expelían sangres por las narices, y que estos casos muy posibles sean por la contaminación ambiental que sufre el distrito de chavín. Las graves denuncia de los comuneros no fueron tomados en cuenta por las autoridades del distrito andino de Chincha. Los hechos que afectaron a los niños al parecer fueron ocultados  para que no se conozca.

En marzo del presente año en chavín, una comunera de  Nueva Santa Mejorada, cerca de Cochallá, Chavín, se nos acercó, muy preocupada, para decirnos que ella vivía a poca distancia de la compañía Minera Milpo, por lo que sus ganados malparían, botaban sangre, se morían, y las aguas que tomaban tenían color verde-azulado, de fuerte olor, sus chacras ya no producían como antes.

Pidió la presencia de la prensa, porque sus denuncias eran encarpetadas y las autoridades no les hacían caso.

Ayer el candidato por la L, el médico Richard Solano De la Cruz, por radio Nova, dijo haber visitado al anexo de San Juan de Luyo, tras una llamada de emergencia. Pero, luego de atender a una paciente, se acercaron aproximadamente 10 niños pidiendo ser atendidos, el como profesional de la salud atendió a los infantes, observando que la mayoría esputaban sangre, cuyos padres decían padecer de gripe, pero para el médico Solano los síntomas que tenían los niños se relacionaban con la enfermedad que sufren las personas que viven en los centro mineros, por la ingesta de plomo y otros metales pesados. Pero resulta muy preocupante que el centro de salud de Chavín no tenía los medicamentos necesarios ni mucho menos los instrumentos para llevar a efecto los análisis correspondientes.  Una realidad escalofriante, donde la salud no vale nada.

De otro lado, hace poco, el presidente del Comité de Lucha de la Comunidad Campesina de Chavín David Chuquispuma Peve, constatando personalmente, difundió las imágenes de la posible contaminación, la que fueron captadas por río Topará más abajo de la explotación minera. Las fotografías mostraban el color verde-azul que presentaba el agua que discurría por el río. De la misma manera, los moradores del anexo de San Florián y del caserío de Pámuc se quejaban porque los puquiales se habían secado y que sus plantas ya no producían, responsabilizando a la minera Milpo, por este hecho.

En tanto, los Pecadores Artesanales de Chincha, denunciaron públicamente que el mar chinchano había sido contaminado, de tal modo que los peces tenían partículas de minerales pesados en alto porcentaje, lo que conllevó entablar una denuncia penal ante la fiscalía de Chincha, bajo el asesoramiento legal del combativo jurista Mario Giorffino Coloritti, a la compañía minera Milpo. Los pescadores cuentan con las pruebas de laboratorio.

La denuncia pública que hace el Dr. Richard Solano De la Cruz es muy grave y coincide con las denuncias de los pobladores, de los dirigentes, como también de los pescadores. Hasta el momento no se ha hecho el análisis pertinente a los niños ni a los animales que consumen los pastizales cerca al centro minero de Cerro lindo, a pesar que la explotación se inició hace 14 años, donde ya existía vestigios de contaminación cuyas imágenes también fueron captadas y se encuentra en archivo. Nos preguntamos, ¿dónde han estado las autoridades de Chavín: la gobernadora, subprefecta, alcaldes, dirigentes comunales, el juez de paz, entre otros representantes de los anexos y caseríos?

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