Principal desafío para nuestra región en su relación con el país asiático es cómo diversificar las exportaciones. Cerca del 90% de ellas se dirigen a las actividades extractivas principalmente minería y petróleo.
SANTIAGO DE CHILE -
“Debemos trabajar seriamente para que América Latina y el Caribe, de la mano de China, avance hacia la revolución digital, la economía verde y en políticas sociales que estén conectadas con las políticas industriales para generar empleo y combatir la desigualdad”, declaró hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, en el cierre del Primer Foro Académico de Alto Nivel CELAC-China, que se efectuó en la sede del organismo de las Naciones Unidas en Santiago, Chile.
El evento, que incluyó también el
Cuarto Foro de Think Tanks de América Latina y el Caribe y China, reunió durante dos días a autoridades, destacados especialistas y profesores internacionales quienes debatieron sobre las oportunidades de cooperación entre ambas partes.
En su intervención en la clausura del encuentro, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) llamó a ambas partes a unir visiones para fomentar un desarrollo sostenible con prosperidad para los pueblos.
“Tal como dijo el Presidente Xi Jinping cuando nos visitó en la CEPAL en noviembre de 2016, es el momento de construir puentes, no muros; de abrir mercados, no de cerrarlos; de respetar al diferente y levantar una casa común para las generaciones por venir”, señaló Bárcena.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas recordó que precisamente este mismo miércoles 18 de octubre, el Presidente Xi Jinping afirmó en la inauguración del
Decimonoveno Congreso del Partido Comunista Chino que se realiza en Beijing, que su país está en una lucha flagrante contra la corrupción y la pobreza. “Esa misma lucha es la que tenemos que dar en nuestra región. Si no erradicamos esos males y la cultura de los privilegios, no podremos forjar acuerdos constructivos de nueva generación de mutuo beneficio, ni podremos trabajar en la provisión de bienes públicos globales como China lo ha demostrado con su compromiso de fomentar la paz, la igualdad, el multilateralismo y la estabilidad financiera”, dijo.
Alicia Bárcena señaló que al pertenecer ambos al mundo emergente, China y América Latina y el Caribe tienen problemas muy parecidos. Destacó la capacidad de China de generar grandes cambios en un entorno de mucha incertidumbre, que son un ejemplo para nuestra región.
“Más que una época de cambios, vivimos un verdadero cambio de época, con aceleradas transformaciones demográficas, la revolución tecnológica (conocida como la Cuarta Revolución Industrial) y los efectos del cambio climático. Estamos en un momento muy crítico”, indicó Bárcena.
China puede ayudar a establecer un gran equilibrio a nivel mundial al hacer frente a todas estas incertidumbres y desequilibrios macroeconómicos, tecnológicos y geopolíticos que estamos sufriendo, agregó. “China y América Latina y el Caribe unidos podemos ser un contrapeso muy importante para enfrentar estos problemas. Para ello debemos ser capaces de generar un programa de trabajo conjunto, similar a la iniciativa de la Franja y la Ruta (lanzada en mayo pasado en Beijing)”, dijo.
« Insistieron en que el principal desafío para nuestra región en su relación con el país asiático es cómo diversificar sus exportaciones. Cerca del 90% de ellas se dirige a las actividades extractivas principalmente minería y petróleo. »
Alicia Bárcena recordó que China se ha convertido en el segundo socio comercial de América Latina y el Caribe, solo detrás de los Estados Unidos, y es también un importante inversionista extranjero en la región.
Insistió en que el principal desafío para nuestra región en su relación con el país asiático es cómo diversificar sus exportaciones: tan solo 5 productos (porotos de soja, minerales de hierro y de cobre, petróleo y cobre refinado) representan casi el 70% del valor total exportado a China. Además, las inversiones chinas en la región refuerzan este patrón, ya que cerca del 90% de ellas se dirige a las actividades extractivas (principalmente minería y petróleo).
Por ello, insistió en la necesidad de que la inversión extranjera china que llegue a la región ayude a generar mayor valor agregado y no se centre exclusivamente en los sectores extractivos. Así podrá contribuir de mejor manera al desarrollo sostenible y el cambio estructural que ambas partes buscan, explicó.
Posteriormente, Alicia Bárcena y Wu Baiyi firmaron un memorando de entendimiento para reforzar la
cooperación académica entre ambas instituciones durante los próximos años.