Argán, el enfermo imaginario de Moliere.
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Por: Luis E. Forero Medina
Abogado/Especialista en Saluderecho
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"Argán se cree muy enfermo y
no puede vivir sin estar rodeado de médicos.
Para conseguir tener uno en la familia
que le haga ahorrar la ingente cantidad de dinero
que destina a sus curas, medicamentos y potinues, no duda en…"
Después de la
comedia de Moliere que data de 1673, se habría acuñado el término hipocondriaco, derivado del hipocondrio que todos llevamos de bajo de las costillas falsas, y en este siglo el de "doctor shopping", es decir el peregrinaje de un médico a otro.
Algunos asemejan
a los hipocondriacos que pueden ser personas de cualquier edad, a lo que sucede en la Fábula de Pedro y el Lobo, que al final cuando sí llegó ¡El lobo!, los aldeanos siguieron sin hacerle caso porque Pedro es un mentiroso y burlador.
La Simulación, el Trastorno Facticio, el Trastorno Conversivo, el Trastorno por Somatización, el Trastorno por Dolor, la Dismorfofobia y la Hipocondría son Trastornos Somatomorfos, indica la Asociación Americana de Psiquiatría. En una palabra son ansiedades por sufrir una enfermedad o un defecto físico.
Los hipocondriacos se ahogan en un vaso de agua, son capaces de reunir a su alrededor terapeutas, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros y personal paramédico, para tratarle una enfermedad que su mente se inventó. Los costos médicos son incalculables por la práctica de tratamientos innecesarios y costosos. Para el sistema de salud es bastante desafortunado que una persona que tenía un simple dolor de cabeza, además de congestionar las consultas de urgencia, se imagine que ahora no saldrá de ésta por supuestamente tener un tumor cerebral de tamaño mayor. Otro va al médico y le confiesa que su mujer lo traicionó hace una semana y aún no le han salido los cuernos. ¿Será falta de calcio?. Parecen chistes, sin embargo los médicos se molestan cuando se encuentra en frente del "doctor shopping", que cambia continuamente de médico porque quiere escuchar que sí está enfermo. Uno y otro término se intenta cambiar por el de ansiedad de salud, que en la actualidad aumenta por la facilidad de buscar en internet acerca de la imaginada enfermedad que padece un cibernauta. Así se habla de una sociedad medicalizada y «farmacologizada».
Lo que mejor define al sujeto que padece de hipocondría no es el temor a padecer una enfermedad concreta de manera constante. Sino, más bien, un exceso de monitorización o atención sobre su cuerpo y sus funciones seguido de una interpretación catastrófica de estas sensaciones, señala el doctor Iván Lerma Carrillo, especialista en Psiquiatría en el Hospital Dr. R. Lafora de Madrid.
@luforero4
NB - En las redes sociales hay una inmensa cantidad, elevado a la potencia infinita, de internautas que publican sus recomendaciones, recetas, pociones, sugerencias, virtudes de las plantas, animales, minerales para curar todo tipo de enfermedades, habidos y por haber.