TEXAS - La Policía de Dallas ha recurrido de forma insólita a un robot con una bomba adosada, un instrumento hasta ahora únicamente utilizado en zonas de guerra, para acabar con la vida del autor de la matanza de cinco agentes.

Expertos y fabricantes coinciden en que esta es la primera vez que se usa un robot para matar a una persona en Estados Unidos, lo que ha avivado el debate sobre la militarización de la Policía y el uso de tecnología por control remoto para labores de seguridad. Conocido como Robot Multifunción Ágil por Control Remoto, MARCbot.

Tiene el tamaño de un cortacésped, consta de cuatro ruedas u orugas unidas por un chasis que soporta una batería de seis horas de duración, una cámara giroscópica, un altavoz, un micrófono y un brazo mecánico. Los operadores lo manejan vía remota con un mando y una pantalla. Pesa 20kg.

Pueden llevarlo hasta donde el terreno lo permita y mirar a través de la cámara, usar su brazo para mover objetos sospechosos, activar cargas explosivas o interactuar con alguien a través del parlante y el micrófono.

Ejércitos de todo el mundo tienen robots fabricados para el combate, incluidos "drones" (aviones no tripulados) armados, pero no se conocen departamentos de Policía que posean ese tipo de tecnología. Sí es común que la Policía tenga robots como el utilizado en Dallas, que no están diseñados para el ataque, sino para detectar o destruir explosivos. Modelos similares se han usado con el mismo fin en combates en Irak y Afganistán.

Lo insólito del caso es que los agentes decidieran, en un intento desesperado por reducir al francotirador, dar al robot un nuevo cometido: le adosaron explosivos y los hicieron estallar junto al agresor, causándole la muerte. Hasta ahora se habían visto otros usos para este tipo de robots en operaciones policiales, pero nunca con la incorporación de una bomba con el fin de abatir a un sospechoso.

Robots como el de Dallas han sido utilizados para llevar objetos a sospechosos o rehenes, para distraer a atacantes o para comunicarse con el agresor. No se sabe todavía si el robot utilizado en la masacre de Dallas dejó el explosivo y se retiró para evitar daños o si quedó destruido con la detonación.

La Policía de Dallas optó por este recurso insólito para proteger a sus agentes y después de varias horas de negociaciones e intercambio de disparos con el atacante, un exsoldado del Ejército estadounidense que volvió de Afganistán en 2015.

"No vimos otra opción que la de usar nuestro robot para bombas y ponerle un aparato explosivo para que detonara donde estaba el sospechoso. Otras opciones habrían expuesto a nuestros agentes a un gran peligro", explicó el viernes el jefe de Policía de Dallas, David Brown.

Según varios medios, el departamento compró el robot hace algunos años dentro de un programa por el que el Pentágono vende equipamiento militar usado a las fuerzas de seguridad de Estados Unidos.