La ministra Rosa Gutiérrez abandona su conferencia de prensa sobre la emergencia del dengue. Los ciudadanos no comparten las explicaciones y justificaciones de la ministra. Minutos antes pedía a su comitiva una foto de vencedores para difundirlo en Twitter.
La estrategia que está siguiendo el Ministerio de Salud para contener el avance del dengue parece estar cometiendo errores similares a los cometió durante la pandemia del COVID-19.
“De esta salimos cambiados”, “vamos a aprender mucho después de esto”. Esas son algunas de las frases que escuchamos con bastante frecuencia durante la pandemia del COVID-19, sobre todo en los pasajes más complicados, cuando recién íbamos conociendo sobre la enfermedad y el tratamiento.
Las repetimos también cuando veíamos las terribles limitaciones en nuestro sistema de salud, en infraestructura, organización y recursos humanos. Y, es probable que, en un ataque de optimismo, usted -así como yo- también pensó en que, conociendo nuestras fallas, sería muy difícil tropezar de nuevo con la misma piedra. Pero, claro, olvidamos que -aparentemente- para el Perú la salud no es una prioridad.
Los casos de dengue, una enfermedad que se considera endémica sobre todo en la costa norte, el nororiente y la selva del país, han aumentado de manera inusual, afectando a más localidades, inclusive a Lima. La más reciente información de El Comercio señala que en lo que va del 2023 se han registrado más de 90.000, a comparación del año pasado donde hubo 12.143 y en el 2021 que fueron solo 4.072.
Lamentablemente, esta nueva emergencia sanitaria nos está demostrando que nada ha cambiado. Pero, ojo, el problema no es solo de las autoridades cometiendo los mismos errores, sino que también son los medios de comunicación y la misma población quienes parecen que nunca se expusieron a una situación similar.
Con la misma piedra
Lo más evidente tiene que ver con el manejo de la situación por parte de las autoridades. Por un lado, escuchamos la semana pasada a la ministra de Salud, Rosa Gutiérrez, asegurar públicamente que la epidemia estaba controlada y que están convencidos de que “en dos semanas esa curva (de contagios) que está alta va a descender”. ¿Alguna evidencia para esa afirmación? Solo el anuncio de que habían redoblado esfuerzos desde el Minsa. Al respecto, especialistas de diferentes partes del Perú indicaron que la situación es muy compleja, no solo por la variedad de serotipos circulantes en el país, sino también por la deficiente infraestructura hospitalaria y las dificultades para contratar médicos y enfermeras. ¿Les suena familiar?
“Un refrán dice “pájaro viejo no entra en jaula”, y tal parece que en el Perú nos sigue tentando ver la puerta de la jaula medio abierta.”
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Pero no solo eso. Hace unos días el Minsa oficializó la convocatoria de un grupo de expertos para hacerle frente a esta emergencia. Como advirtió la divulgadora científica Alejandra Ruiz León, una vez más la autoridad afronta el problema solo con una mirada médica, convocando a expertos en dengue y exministros, en lugar de ampliar el llamado a otros especialistas como sociólogos, comunicadores, expertos en cambio climático y otros expertos en salud, para tener un real abordaje multisectorial de la situación. Eso que nos faltó durante la pandemia, nos está faltando ahora.
Seguimos: lamentablemente, también han vuelto a aparecer médicos promoviendo el uso de ivermectina como una sustancia todoterreno, esta vez, como cura del dengue. En diálogo con este Diario, el infectólogo Leslie Soto explicó que como en esta enfermedad el 90% de infectados no presenta signos de alarma, es fácil atribuirle ese efecto terapéutico a este medicamento que no cuenta con evidencia que lo avale para el tratamiento del dengue.
Los medios de comunicación también estamos cayendo en hacer una cobertura deficiente. Hace unos días, en varios medios se informaba sobre “un repelente ecológico contra el zancudo del dengue” desarrollado en una universidad de Trujillo. Una noticia excelente, pero ni una sola pregunta sobre los ensayos, los resultados de las pruebas o validaciones posteriores. Básicamente, como ellos dicen que funciona los medios publican que funciona.
Y, para terminar, parece que los ciudadanos ya nos olvidamos de todo lo que pasamos y lo mal que nos fue por dejarnos llevar por la desinformación. Ya están circulando varias cadenas con información errónea sobre el dengue, y mucha gente prefiere seguir haciéndole caso a lo que recibe por WhatsApp que a espacios confiables para informarse.
Un refrán sobre la experiencia dice que “pájaro viejo no entra en jaula”. Y tal parece que en el Perú -sobre todo en temas de salud- sigue pareciéndonos tentadora ver la puerta de la jaula medio abierta.
Fuente: EC y Wayka
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