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Ex alcaldesa Ana Sotteccani Altamirano una auténtica traidora cultural de Alto Larán

La casa hacienda de los jesuitas era un complejo azucarero único en su género en el Sur Chico peruano. Lo abandonaron para luego construir un poblado sin ningún respeto por el patrimonio histórico de Alta Larán.

La alcaldesa, de entonces, en vez de velar por su recuperación, terminó por sepultarlo, el emporio azucarero, de Chincha.  El alcalde sucesor, Alberto Magallanes Mendoza, participó también en el festín populista, bajo aplausos, de querer derribar el único mirador de la Región de Ica, realizado en la época colonial, para convertirlo, ahora, el monumento histórico, en casas y loza deportiva, entre abrazos risas, besos y algarabía.
La alcaldesa, de entonces, en vez de velar por su recuperación, terminó por sepultarlo, el emporio azucarero, de Chincha. El alcalde sucesor, Alberto Magallanes Mendoza, participó también en el festín populista, bajo aplausos, de querer derribar el único mirador de la Región de Ica, realizado en la época colonial, para convertirlo, ahora, el monumento histórico, en casas y loza deportiva, entre abrazos risas, besos y algarabía.

 



  Por: Eucadio Gutiérrez Solano   

Mag. Químico-farmacéutico y periodista


Es un caso insólito e increíble. La ex alcaldesa de Alto Larán Ana Sotteccani Altamirano, habría fundado un Centro Poblado en la Casa e Iglesia, comprensión de la ex hacienda de Alto Larán, que fue declarado como “Patrimonio Cultural de la Nación”, mediante la R.M. No. 0928-1980-ED, de fecha 23 de julio de1980, firmado por entonces Ministro de Educación, GEP José Guabloche Rodríguez. Los patrimonios culturales son intangibles e indestructibles. Por Ley.

 

Este acto de lesa cultural y falaz es una abierta traición al distrito de Alto Larán y Chincha, por destruir el Patrimonio Cultural de la Nación, ubicado en la provincia de Chincha, cuya historia han sido escritos por los historiadores chinchanos Luis Cánepa Pachas y Rolando Pachas Castilla, después del vate Abelardo Alva Maurtua. Lamentablemente incurriendo en el salvajismo la alcaldesa anterior, que estuvo al cargo del Municipio durante 2 periodos, Ana Sotteccani ha destruido más del 50 por ciento del referido Patrimonio Cultural, entregando, con fines políticos, a los pobladores para que allí formen un asentamiento humano.

 

Estado actual de esta joya arquitectural colonial. La razon es simple, la alcaldesa hizo esta plaza porque habia un millonario presupuesto y el consorcio constructor era de un pariente suyo. Lo logico seria de restaurar el patrimonio primero y luego hacer alguna obra de ornamentacion exterior.

 

Los habitantes actuales han traído por tierra los únicos “cepos”, lugares de castigo de lo negros, de la Casa Colonial de Larán, que existía en el departamento de Ica. Además, criminalmente ha sido derribado, prácticamente, la Iglesia Colonial, quedando solamente 4 paredes, en estado calamitoso, que causa indignación y rechazo.

 

 

 

 

                    La alcaldesa, de entonces, en vez de velar por su recuperación, terminó por sepultarlo, el emporio azucarero, de Chincha.  El alcalde sucesor, Alberto Magallanes Mendoza, participó también en el festín populista, bajo aplausos, de querer derribar el único mirador de la Región de Ica, realizado en la época colonial, para convertirlo, ahora, el monumento histórico, en casas y loza deportiva, entre abrazos risas, besos y algarabía.                    

 

 

 

 

El actual alcalde Víctor Martínez Pariona, tiene la obligación de recuperar nuestro Patrimonio Cultural, y denunciar a la ex alcaldesa Ana Sotteccani, por ser la culpable directa de la destrucción de tan importante legado cultural, reconocido por el Estado peruano. Se trata de un hecho repudiable y delincuencial sucedido y ocultado por las autoridades y sus seguidores, en el distrito de Alto Larán. No cabe en la mente humana que una autoridad cuya misión es cuidar la riqueza cultural de su zona sea, más bien, la promotora de su desaparición. Toda la maldad cultural hecha ha sido para ganar votos para su reelección y gozar respaldo de los moradores, regalando el espacio cultural de Larán, que no es su tierra, sino de los altolareños. Lo que ha primado es la ambición de ser alcaldesa indefinidamente, regalando espacios que pertenecen al Estado peruano-

 

 

La destrucción del complejo azucarero hacienda empezó con los campesinos en tiempo de la formación de la cooperativa Cápac Yupanqui, durante la Reforma Agraria. En tanto la atrocidad más grande fue hecha por la ex alcaldesa Ana Sotteccani, renuente a los interés culturales y turísticos del distrito de Alto Larán, que acabó con la vida e historia de la ex hacienda de Larán,  en su segundo periodo de gobierno.

 

Según se sabe en el Perú los únicos lugares donde se levantaron 2 haciendas de similares características, donde un tiempo estuvieron los Jesuitas, fueron Larán y San José. La Casa hacienda de San José mantiene su belleza y majestuosidad, en tanto la Iglesia y casa Hacienda de Larán están para llorar al verlos, desde la puerta. Su interior horrible, las imágenes por los suelos, su decoración al 100 por ciento dañados, prácticamente inservible. Una verdadera muestra de la irresponsabilidad e ignorancia de Ana Sotteccani Altamirano, que atentó contra el Patrimonio Cultural de la Nación. Tendrá pagar caro por este atentado.

 

NB: Los artículos publicados en la Sección Opinión Libre son de entera responsabilidad de sus autores. El contenido no refleja necesariamente la opinión de Huachos.com

 

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