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Por: Eucadio Gutiérrez Solano Profesor/Periodista
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Huaytará, Capital del Carnaval huancavelicano, y capital arqueológica de esa pujante región, la tierra del mercurio y mujeres muy delicadas y bellas, celebró con mucho éxito y algarabía, el gran concurso regional de danzas y música carnavalesca de Anexos (XVI) y Distritos (XIV), con la magistral participación de los danzantes de la provincia de Acobamba, encabezado por su alcalde Alvar Capcha Ortiz.
En verdad 2 días de fiesta, sábado y domingo, días de hermandad, de demostración de costumbres, de pura identidad andina; donde se confundieron niños, jóvenes y adultos -a un solo ritmo con su palpitante corazón- cuyos zapateos se repercutían con los ecos de la Iglesia Colonial, antiguo asiento del curaca Astohuaraca y aún mucho más los danzarines vibraron con movimientos sincronizados expuestos con tanto orgulloso, portando enseres y objetos de sus pueblos, a su paso por la Municipalidad Provincial, en la que su alcalde José Huarcaya Páucar, muy “talqueado” y toda la población, aplaudían sin cesar, a todas las delegaciones que incansables discurrían con sus vistosos atuendos multicolores e impactantes. No faltaban músicos con instrumentos típicos, negritos y enmascarados, y mujeres con su manta, y varones con su poncho de lana de alpaca y merino.
El sábado se llevó a efecto el concurso de los anexos. En tanto el domingo se realizó el emocionante concurso de los distritos. Primero, a golpe de medio día, las diversas delegaciones, acompañados por sus autoridades, se presentación por la Municipalidad de Huaytará, exhibiendo sus danzas ante la presencia del alcalde provincial José Huarcaya, de sus regidores, jurados calificadores y una multitud que colmada a ambos lados el atrio de la Municipalidad. En horas de la tarde se llevó el concurso en el fenomenal estadio huaytarino, con una brillante organización.
En los pueblos chinchanos como Alto Larán la cosa es diferente
A diferencia de los pobladores de la costa que no dan ni una pisca, y lo peor se esconden cuando hay actividades culturales, como la alcaldesa de Alto Larán de Chincha, Ana Sotteccani Altamirano, las autoridades de los pueblos del interior, todos con mucho orgullo, presiden las delegaciones de sus pueblos, porque el folclor es cultura, es la vivencia del pueblo. Hace poco el distrito altolarino de Chincha, celebró su aniversario, única vez donde el pueblo participa festivamente.
En su programación no hemos visto un concurso de los danzarines de Alto Larán y otros actos de cultura, sino el homenaje a la borrachera y perdición de los jóvenes, en la que han caído muchos artistas, amantes del lucro, como “Corazón Serrano”, “Papilón” y “Dina Páucar”, que para éstos se lleven la plata y puedan hacer ingresar sus equipos han tenido que romper una parte de la pared del Estado de Alto Larán, increíble pero cierto. Encima llenaron de PNP, es decir el Estado tuvo que aportar para beneficiar a una empresa particular, con el aval de la alcaldesa. ¡Qué diferencia! Algo más, el sábado 31 se programó el bautizo comunitario, donde se bautizaron en la Capilla del distrito, cerca de 30 niños. Allí no estuvo la alcaldesa, los regidores , ni mucho neos la reina del distrito, pero sí estuvieron antes de la hora, para ver a Corazón Serrano, que vino llevarse la plata del distrito de Alto Larán.
Mientras que los danzantes carnavaleros de Huaytará, supinos, que ellos mismos aportaron para sus gastos, teniendo en cuenta que los disfraces tienen elevados precios, que en muchos casos no cubren los aportes de las autoridades, que no reciben millones de soles como las de Chincha. Además las pandillas están integradas por alrededor de 50 danzantes, y tienen que recorrer de un día para otro de sus distritos o anexos. Pero así es el amor por el arte.
Es necesario destacar la actuación del alcalde provincial de Huaytará José Huarcaya Páucar (con sombrero). Este burgomaestre recibió con mucho afecto y atención a los representantes de las delegaciones de la provincia de Córdova y de los distritos, brindado con todos ellos, el cariño de su pueblo; por su parte los visitantes retribuyeron también con su voluntad, preparada meses antes, al alcalde anfitrión y al público, y pintándolo con talco especial, serpentina, pica pica, y chisguetes perfumados, señal y ejemplo de cómo se celebra, en dicha región, el verdadero carnaval. No se vio desorden ni uso de ninguna gota de agua. ¡Qué educación y disciplina en los pueblos andinos! Huaytará y sus distritos, son pueblo que viven y cultivan sus costumbres, desde eternidades. No son pueblos inertes, ni menos lleno de ratas.
No había serenazgos y policías, por allá y por acá, sino el autocontrol y disciplina. A pesar de miles y miles de asistentes a dicha actividad carnavalesca no hubo problemas. Esa tranquilidad lo hemos observado en muchos pueblos de la sierra como Huangáscar, Azángaro, Aurahuá y Chavín, entre otros. Después, pensamos que allí no hay delincuentes, porque las ratas seguramente son enterradas debajo de muchos puentes que hay antes y después de Huaytará. La PNP ha estado ubicados estratégicamente, sin demostrar sus armamentos y asustar al pueblo como sucedió en Chavín. Cuando el pueblo es culto, sus autoridades también demuestran cultura.
Muchos pueblos viven del turismo, por ejemplo Cuzco, Pisco, Lamas y muchas otras. La provincia de Huaytará tiene varios atractivos turísticos, una de ellos es el Carnaval Huaytarino, luego tenemos los restos arqueológicos de Incahuasi y la herranza de esa provincia, que son vistosas dedicadas al ganado ovino, caprino, vacunos y otros animales similares como la llama (llamichada), alpaca… El queso y mantequilla huaytarina son muy cotizadas en la costa.
Viajando hacia Huaytará, se pasa por el distrito de Humay, en donde está la tumba de la Beatita de Humay, y más arriba a un paso, nada más, está el centro arqueológico de Tambo Colorado, el fortín de Túpac Yupanqui, que levantó esta fortaleza militar, sobre la base de las construcciones de los Chinchas, y luego se llega al pueblo de Huáncano, lugar donde se fabrica los mejores manjares del Perú. De manera que ir a Huaytará si no se queda atraída por la mujer huaytarina, se regresa satisfecho del viaje realizado, a cualquier época del año. Pero para nosotros los carnavales es otra nota sobresaliente.