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Por: Eucadio Gutiérrez Solano Profesor/Periodista
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Un extraño juez de Chincha creyéndose un súper alcalde ordena el retiro de los bloques de cemento que se colocaron en las calles adyacentes a los mercados de Chincha, para el reordenamiento de la ciudad y retiro de los mercaderes ambulantes, que ocupaban las calles hace unos 40 años. El magistrado sin un ápice de noción urbana y cívica lejos de apoyar la medida municipal tuvo el desparpajo de ordenar el retiro de los bloques y supuestamente aboga por el regreso de los vendedores ambulantes, obstruyendo la fluidez peatonal y vehicular en los perímetros de los mercados.
Increíble pero cierto.
La desatinada medida judicial atenta contra el pueblo chinchano que aplaudió la medida del alcalde César Carranza Falla por luchar por el ordenamiento y limpieza de las calles de Chincha, que eran bombas de tiempo y nido de ladrones, en donde los ambulantes hacían lo que querían.
Como es de conocimiento público las calles de Chincha fueron entregados abiertamente a cambio de los votos emitidos a favor el alcalde electo, porque la informalidad, además, les favorecía por el cobro diario de la sisa, que era la caja chica para la compra de conciencias y el pago del silencio de muchos periodistas, que hoy claman por el retorno de la corrupción municipal.
« Las calles de chincha, sobre todo los perímetros de los mercados, abarrotados por los vendedores ambulantes, era una mina donde hacían mucha plata pero viviendo en la informalidad, engordando a los alcaldes electos gracias a sus votos. »
Las calles de chincha, sobre todo los perímetros de los mercados, abarrotados por los vendedores ambulantes, era una mina donde hacían plata los sus ocupantes, viviendo en la informalidad, pero engordando a los alcaldes electos gracias a sus votos, en que ellos luego del triunfo del alcalde de su preferencia, decían: “cuatro años más”, convirtiéndose en dueño de las calles, sin que nadie les diga nada. Así eran amos y señores de las calles de la ciudad. Cuando querían samaqueaban a los alcaldes, si es que pretendían su reordenamiento o desalojo.
Ante la medida saludable del alcalde provincial en convenio con los vendedores ambulantes, de dejar libre a las calles de Chinchas, para luego ser modificados y asfaltados, determinaos periodistas que vivían con el aporte de los ambulantes, y habiendo perdido sus privilegios salieron como jaurías salvajes para atacar el alcalde Carranza, pidiendo el retorno de los vendedores informales. La campaña furibunda fue de día y noche, posiblemente esta campaña llegó a los oídos del insólito juez que determinó el retiro de las bloquetas y presencia de los vendedores ambulantes, con el cuento de que son personas menesterosas, cuando eso es falso.
Estas personas llamadas menesterosas no solamente compraron las galerías Milenium, Vega, el mega mercado, y otros recintos de elevado costo, que cualquier ciudadano no puede hacerlo, y que éstos todavía tuvieron el cuajo de alquilar o vender sus puestos en dólares a otros, mientras ellos pretenden continuar ocupando las calles de Chincha, con el respaldo de los malos periodistas y jueces todopoderosos.
Es muy paradójica y hasta sarcástica la medida tomada por el poder judicial de Chincha, pues este magistrado se cree tener todos los poderes del estado y hace lo que quiere. Con esta trasnochada concepción es posible que este juez emita una resolución ordenando a la PNP que no capture a los delincuentes y que el INPE abra las puertas para la salida de los delincuentes. Y, disponga la recuperación de las calles de Chincha por los vendedores ambulantes.
Esta situación que ensombrece la correcta administración municipal y judicial, y la inaudita actuación de una prensa bárbara y cloacal preocupa a la ciudadanía, pues así cómo vamos el retorno de un gobierno de los sinvergüenzas y corruptos se hace más notorio en los próximos años.
El alcalde de Chincha César Carranza Falla y su cuerpo de regidores tiene que defender los intereses de Chincha antes de escuchar los desatinos y calumnias e impertinencias de los periodistas de mal vivir, cuya historia negra es bien conocida.
Además es necesario manifestar que los vendedores ambulantes tienen espacios suficientes en el Mega Mercado y otros lugares que muchos compraron. Es que las calles de Chincha es una mina fácil de ganar plata para los informales. Por eso festejan la medida del controvertido juez.
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