Por: Vanesa Monserrat Junco       Profesora - Psicopedagoga argentina (Mar del Plata)

Llegan las fiestas occidentales y cristianas, y en América Latina las personas se desean felicidades en medio de una tristeza profunda por el estado de cosas en el mundo.

Entonces me dedique a sentir, ver y pensar que es ser feliz en estos tiempos de tanta apariencia a través de las redes sociales, de tanto "fingir demencia" como se puso de moda decir en Buenos Aires, usando esa frase para evitar el conflicto.

Conflicto que salta a la larga por todos lados y de mala manera en este país partido en dos, y no partido de fútbol precisamente, sino de partidos políticos que llenan de humo la actividad más vieja de la humanidad: gobernar. Promueven así el deterioro y el menosprecio por la política y "los políticos". Actúan como si estuvieran en un teatro, personalidades que quieren llegar a las masas para convencerlas de algo que no se sabe bien que es. Ellos creen que la gente les cree. La gente prueba y aprende. la gente quiere vivir en paz. La gente quiere ser feliz. La gente sabe que están actuando. Que es una gran comedia donde los pobres siguen siendo pobres y los poderosos , poderosos.  En el medio, acusados por izquierda y por derecha quienes vamos surfeando la realidad con eso que somos porque sabemos de donde venimos. Y el fanatismo nos da alergia. Nos suena a imposición, a manipulación y a engaño. Porque creemos que para hacer política ,no es necesario mentir. Todo lo contrario. La inocencia debe ser defendida por la política. Sino ¿Cuál es el futuro de las infancias?

 ¿ Cómo y cuándo sucedió que es más pillo ser pillo?  Siempre llega la respuesta desde la batalla cultural, esa donde ganó Hobbes y no Spinoza. (Les dejo a los lectores averiguar la filosofía de esos hombres. En otras notas lo he contado.)

En mi país el índice de suicidio ha ascendido. Pero no sale en los medios. Se tapa . La realidad es que en cada barrio, en cada zona, uno y otro aparece: jóvenes sin esperanza, o gente adulta llena de tristeza.  En medio de las navidades, y el fin de año los malestares se acentúan y a pesar del adormecimiento logrado gracias a la tecnología, el fallido futuro se extiende como reguero de pólvora que implosiona.

 Entrenan para parecer y no Ser. Y en este sur, ser autentico es ser neurodivergente, o tener algún problema. Por eso ganó Milei, porque parecía autentico. Pues es obvio que fue el mejor actor. O el mejor loco.

Y así vamos toda América latina, crisol de historias y de razas, tejiendo felicidades a fuerza de seguir transpirando verdades, aunque todo se desmorone.

Dejando a modo de evangelio del siglo XXI las premisas para la felicidad, en serio. Desde dentro. Integrando creativamente el  afuera nuestro de cada día. Teorías marginales, por ahora. "Adaptación activa", decían nuestros queridos Alfredo Moffat y Pichon Riviere. ( Teóricos también marginales porque el establishment de la psicología, jamás los reconocería).

Que encontremos felicidad Siendo eso que Somos en este fin de año 2024, y Mucho Más en el Año 2025. De Verdad!!!