Lógicamente, el turismo ha sido uno de los sectores más afectados por la pandemia en todo el mundo. En el Perú, el golpe parece haber sido aún más fuerte debido principalmente a las estrictas medidas implementadas por un período prolongado en comparación con otros países y a la disminución de la demanda.
Dado que la normalización de los viajes internacionales tomará algún tiempo, el turismo local es una solución parcial. A largo plazo, más allá de la pandemia, el crecimiento sostenido del sector requiere la solución de los problemas estructurales que datan de antes del 2020.
Lenta recuperación
En el 2020, el flujo de turistas internacionales al Perú cayó en 79%, el ingreso de divisas por turismo decreció en casi 80% y el empleo en el sector disminuyó más de 60%. En agregado, el PBI del turismo se contrajo más de 70%. Mientras que la economía nacional regresó a sus niveles prepandemia a mediados de año, los sectores vinculados a la actividad turística todavía se encuentran fuertemente golpeados.
Si bien esta situación no es exclusiva del Perú, la recuperación nacional del turismo es particularmente lenta. En setiembre del 2021, el flujo de arribo de turistas del extranjero con relación al mismo mes del 2019 registró un nivel 86% más bajo en el Perú, y solo 63% para el promedio mundial. En tanto, México y Colombia están a 1% y 41% por debajo del nivel prepandemia, respectivamente.
Restricciones y turismo
La evidencia hace obvia la correlación negativa entre las medidas de protección aplicadas para afrontar la pandemia y la recuperación de la actividad turística. Como se esperaba, aquellos países con políticas más estrictas habrían enfrentado mayores dificultades para reactivar la llegada de turistas del extranjero.
Esto explicaría, al menos en parte, por qué el turismo receptivo en el Perú ha crecido a un menor ritmo que en México y Colombia. Por ejemplo, mientras que el Estado Peruano prohibió el ingreso de extranjeros entre marzo y setiembre del 2020, México solo cerró sus fronteras por dos meses. Por otro lado, a diferencia del Perú, Colombia solo exige mascarillas en lugares públicos y en el transporte público.
Roger Valencia, exministro de Comercio y Turismo, indica que es necesario revisar los protocolos de emergencia en el Perú y adaptarlos a la luz de la nueva evidencia que se tiene sobre los mecanismos de propagación del virus. Valencia menciona que, en general, es importante que el sector turismo aprenda a convivir con la pandemia, dado que la crisis sanitaria podría no tener solución definitiva en el corto plazo.
Medidas insuficientes y nuevas prioridades
Para aliviar los efectos de la pandemia, las políticas del Estado se han orientado principalmente a proveer de liquidez a las empresas del sector turismo. Entre el programa Reactiva y el FAE-Turismo, se puso a disposición un fondo de más de S/1.000 millones. Sin embargo, algunas de estas iniciativas no han sido aplicadas oportunamente. Por ejemplo, el FAE-Turismo recién cuenta con la mitad del fondo subastado a casi un año de su creación.
La reactivación de las actividades turísticas requiere un cambio de estrategia. En el corto plazo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sugiere priorizar la promoción del turismo interno. A la fecha, los visitantes nacionales han contribuido a mitigar parte del efecto negativo. Sin embargo, es insuficiente. Por ejemplo, en Machu Picchu, pese a que la cantidad de visitantes locales ya superó los niveles prepandemia, las visitas a este atractivo aún se encuentran 60% por debajo de su nivel del 2019.
El sector requiere resolver importantes problemas estructurales para lograr un crecimiento sostenido en el largo plazo. Según el último Índice Global de Competitividad de Viajes y Turismo del Foro Económico Mundial, el Perú ocupa el puesto 65 entre 140 países en infraestructura aérea, terrestre y de servicios turísticos. Para el exministro Valencia, que el aeropuerto Jorge Chávez sea la única puerta de entrada al país desincentiva la llegada de turistas porque incrementa las horas que se requiere para visitar distintos atractivos. Por ello, indica que más aeropuertos deberían tener la capacidad de atender vuelos internacionales, especialmente en ciudades como Cusco, Iquitos y Chiclayo.
La rápida recuperación del turismo en otros países de la región sugiere que sí existe el potencial de reactivar el sector en el Perú más temprano que tarde, pero depende de empezar a tomar las decisiones correctas.
Fuente: IPE
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