En OPINIÓN LIBRE |

Fúchila

Era un atardecer gris y friolento, pero de pronto por sorpresa conocí a una muchacha de cabellos de fuego de quien locamente me enamoré...

 

Por: David Auris Villegas - Escritor/Pedagogo
https://orcid.org/0000-0002-8478-6738

davidauris@gmail.com

 

Cierto atardecer conocí a una muchacha de cabellos de fuego de quien locamente me enamoré

 

Luego de unos meses de encuentros amorosos, muy ilusionado, decidí visitarla con un ramo de flores.

 

Al llegar a los arrabales donde ella vivía, algo nervioso, toqué la puerta de su casa y  desde su ventana, ruborizada y desgreñada, me dijo, ¡fúchila!  Como provinciano, me sentí halagado y feliz al escuchar aquella frase y me senté a esperarla sobre la vereda, en medio de una lluviecita costeña.

 

Después de haber transcurrido tres horas de espera, se abrió la puerta y emergió un enorme tipo, que mirándome furioso, me grito muy enérgico,  ¡Ella ya te dijo que te largues pedazo de imbécil!

 

@davidauris

 

© David Auris Villegas. Escritor, columnista, pedagogo peruano y creador del ABDIV.

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