PUBLICADO 14-01-2018 | El baile de "Los negritos de Huancavelica", así como la "Festividad del Niño Dulce Nombre de Jesús y Niño Fajardito", fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Nación por resolución N° 226-2014-DPI-DGPC/MC, en el mes de agosto del año 2014.
La resolución destaca que la festividad posee expresiones de enorme valor histórico, pues en ellas confluyen tradiciones andinas, afrodescendientes y europeas, las cuales son parte de la identidad y cosmovisión de los huancavelicanos.
Leyenda
Cuentan que un día vieron que un Hermoso Niño había escapado del templo y estaba jugando en las afueras de Huancavelica, luego nadie lo volvió a ver hasta que ese niño apareció en una de las haciendas costeras de la región Ica.
Impresionados con su belleza, el caporal, un hombre blanco de barba rubia, ojos azules y prominente nariz, ordenó a sus esclavos bailar en honor de aquel hermoso niño que llegó a sus tierras, a la fiesta se unió la negra Maria Rosa, quien salió de su cocina con cucharón en mano para bailar.
Días después, el niño se volvió a perder, por lo que los negros preocupados lo buscaron y preguntando a todos los arrieros que veían llegaron a estas tierras.
Los negritos compartían su fruta fresca y cañas con los “serranitos”, así llegaron a Santo Domingo donde encontraron al “Niño Dulce Nombre de Jesús”, a quien desde ese día también llamaron popularmente “El Niño Perdido”.
Qantiliniyas
Una de las escenas más impresionantes es la de los Qatilinyas, negritos “frustrados”. Como todos los años más de un centenar de jóvenes que no pudieron pertenecer al selecto grupo de bailarines, por ello "negritos frustrados", demuestran sus habilidades para el baile recorriendo nuestra principal avenida demostrando que los Qatilinyas también conocen y disfrutan del baile en honor al niño perdido.
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