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Honrando la memoria de mi bisabuelo salpicada en la llamada guerra del pacífico, con la victoria de un “pequeño país sobre dos grandes países”, hoy espantado observo un Chile invadido por casi medio millón de peruanos y bolivianos, en su mayoría huyendo de la pobreza, ironizando la guerra de hace 140 años; quienes olvidando la historia, ejecutan sencillos trabajos que en sus países lo harían a regañadientes, en contraste más diez mil chilenos lideran empresas en ambos territorios a través del poder de la mente y la inteligencia.
Así el Tahuantinsuyo de María Rostworowski, había caído en pocos días en poder de un grupo de españoles y el Perú republicano cayó de la misma manera tan violenta en manos de los chilenos que, con tristeza histórica sostengo, el sistema educativo peruano, ingenuamente educa a los ciudadanos y ciudadanas destinadas a repetir la historia como prueba manifiestamente la realidad actual descrita líneas arriba.
Perú, sentado sobre una riqueza natural, vivió su primer medio siglo republicano sin visión de futuro, centralizado, colmado de conflictos, intereses de los poderosos, inestabilidad, constantes golpes de estado por militares corruptos y despilfarro de dinero gracias al guano y el salitre y lo más triste, gobernados por ladrones como los últimos gobernantes: Morales Bermúdez, García, Fujimori, Toledo, Humala y PPK, y ciegos ante el futuro, continuamos exportando materias primas sin procesarla debido a una mediocre educación y escasa investigación.
Bolivia, transitó su primer medio siglo de vida republicana, sumergido en guerras civiles e inestabilidad, revueltas y una constante amenaza por países limítrofes, crisis económica, carente de visión país y sin planes para el futuro y una mediocre clase dirigencial incapaz de explotar su salitre, así como hoy, Evo Morales, anclado en el pasado con política estractivista, reclama sus tierras, olvidando construir prosperidad en base a una educación de calidad científica.
Chile, único candidato sudamericano a convertirse en un país desarrollado, desde su independencia con limitadas riquezas naturales, sienta bases democráticas y sigue una política austera, sostenida, ordenada y expansionista de cara al futuro, actúo de acuerdo a su tiempo; así como hoy en la globalización, sus gobernantes estadistas lo están haciendo con éxito y gracias a la inversión en educación e investigación, siembran capital en países vecinos, como lo hizo en su momento en la ex costa boliviana y peruana.
El proceso de esta guerra enfrascó a estos tres países sudamericanos, desarrollado entre 1879 y 1883 con la victoria de Chile y la pérdida de territorio de Perú y Bolivia, cuya consecuencia aún está latente y se mantendrá por siglos; sin embargo ayudó a conocernos más, sentir amor patrio por nuestras naciones y construir una identidad nacional, invitándonos a caminar juntos como hermanos, hacia un futuro común, acudiendo a concesiones de tierras si deseamos avanzar como sociedad fraterna.
Consumada la guerra, el sistema educativo peruano mediocre y corrupto, centrado en padrinazgos, contenidos, premios y grados académicos hasta hoy, no ha logrado descifrar el mensaje de aquella aciaga situación que, es educar científicamente a todo la sociedad para empoderarnos de los conocimientos y producir nuevos conocimientos y crear tecnologías con el objetivo de transformar nuestras cuantiosas materias primas en productos de consumo directo, como la de producir y exportar celulares o medicinas de consumo mundial.
Asimismo en la actualidad, los mediocres, ladrones, improvisados y corruptos gobernantes, alcaldes, congresistas y empresarios, carentes de ética, sin visión de futuro, como lo demuestra descarnadamente la empresa Odebrecht, son incapaces de liderar políticas educativas competitivas a nivel mundial que generen desarrollo sostenido y encamine al progreso nacional, como están logrando Korea del Sur entre otros países, centrados en la economía del conocimiento reclamado por Andrés Openheimer.
Avizorando una educación preventiva, es necesario elevar el presupuesto para este sector e invertir éticamente en formar la élite de científicos interdisciplinarios encabezados por competentes pedagogos para liderar una educación transversal de calidad, instalando internet y computadoras en cada institución educativa a nivel nacional con el objetivo de desarrollar, investigación, creatividad y criticidad de los estudiantes, dispuestos a crear para no morir.
Finalmente sostengo que es tiempo de trabajar proyectos de integración y cooperación sostenida, bajo un plan a corto y mediano plazo e invertir en una educación innovadora científica digital, industrializando y tecnologizando al país; divorciándonos del pasado difundamos una educación ética para la paz y entendimiento a través de la plataforma de la internet dentro de esta aldea global y eduquemos a la sociedad para elegir líderes y lideresas estadistas de visión mundial y no ladrones y corruptos para no repetir la historia.
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