BLOOMBERG | En una mina de Botsuana se extrajo un enorme diamante de 2.492 quilates, la segunda piedra más grande jamás descubierta.
La piedra, hallada en la mina Karowe, operada por la canadiense Lucara Diamond Corp., aún no ha sido evaluada en detalle y no está claro si será una gema de máxima calidad. Pero no es mucho más pequeña que el diamante Cullinan, de 3.106 quilates, el más grande del mundo, que fue descubierto en Sudáfrica hace casi 120 años.
El diamante, aún sin nombre, fue presentado al mundo en el despacho del Presidente de Botsuana, Mokgweetsi Masisi. Pesa aproximadamente medio kiloy Masisi fue uno de los primeros en tomarlo.
La mina Karowe de Lucara es famosa por sus piedras gigantescas. En 2015, Lucara encontró la Lesedi La Rona, de 1.109 quilates, que en aquel momento era la segunda más grande de la historia y se vendió por US$53 millones. También se extrajo una piedra de 813 quilates que alcanzó la cifra récord de US$63 millones. Ambas gemas eran de tipo IIa, la piedra más preciada.
Anteriormente, la minera también extrajo de Karowe el Sewelo, de 1.758 quilates, pero no era una piedra de calidad gema.
Lucara Diamond Corp. Karowe Diamond Mine And Sales Center
Incluso si el diamante no resulta ser de calidad gema, recuperar una piedra tan grande proporcionará un gran impulso a Lucara. El hallazgo se produjo gracias a tecnología de rayos X instalada en la mina para identificar piedras de alto valor en el yacimiento primario.
Esto demuestra que la planta de Karowe puede procesar y detectar gemas enormes sin romperlas, un problema constante cuando se intenta separar piedras frágiles de cientos de toneladas de roca estéril.
“La capacidad de recuperar intacta una piedra tan grande y de tan alta calidad demuestra la eficacia de nuestro método para la recuperación de diamantes”, afirmó en un comunicado el director ejecutivo de Lucara, William Lamb.
El diamante más grande jamás descubierto es el Cullinan, hallado cerca de Pretoria (Sudáfrica) en 1905. Fue tallado en varias gemas pulidas, las dos más grandes de las cuales —la Gran Estrella de África y la Pequeña Estrella de África— están engastadas en las Joyas de la Corona de Gran Bretaña.
El descubrimiento de Lucara se produce en medio de un desplome de los precios de los diamantes, ya que la industria se enfrenta a dificultades en casi todos sus principales mercados. A ello se suma un exceso de oferta y la creciente erosión de las piedras sintéticas en algunas categorías.
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