Este sistema hidráulico o de manejo ritual del agua consta de dos fuentes de fina mampostería, una de las cuales presenta la piedra de 13 ángulos, precisó hoy el Ministerio de Cultura.
Agregó que estas fuentes incaicas están interconectadas por un sistema de canales labrados sobre la piedra natural del cerro llamado localmente Inkawasi, descendiendo de forma recta y zigzagueante, a través de caídas de agua, hasta el río Viscacha.
El líquido que alimenta las fuentes incaicas proviene de dos ojos de agua o puquios que brotan del cerro y descienden hasta el mencionado río.
En los Andes, tradicionalmente, se han venerado los ojos de agua, los lagos y nevados, que además son considerados lugares sagrados y de origen. Este manejo ritual del agua va más allá de un uso con fines agrícolas, denota el importante significado simbólico andino que promovieron los incas alrededor de este recurso.
De esa forma, el manejo del agua intervenía en la construcción de identidades determinando la pertenencia a una comunidad y tomaba parte en las interacciones de los incas con las comunidades andinas.
Por último, el Ministerio de Cultura resaltó que el sitio arqueológico Inkawasi de Huaytará se localiza en un lugar estratégico: el inicio del río que irriga el valle de Huaytará, que, descendiendo hacia la costa, se transforma en un importante afluente del río Pisco.
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