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Por: Eucadio Gutiérrez Solano Profesor/Periodista
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NOTA DEL AUTOR
Hace más de 43 años que estamos recorriendo el Perú y sobre todo el territorio chinchano, para conocer el origen y la verdadera historia de Chincha, que permanece aún olvidada y marginada. Hemos estado en Lamas, (Ancoayllo); Chavín de Huáncar (Trilogía andina: el jaguar…); Piura (Huancabamba-Templo de los Jaguares); Junín (Chinchaycocha), pueblo ancestral de los Chinchas), Huánuco (Cotosh); Castrovirreyna (Orcococha); Huaytará (Incahuasi); Yauyos (Huacchurco); Paracas, Nazca, Cañete, Pisco; y Ayacucho (Centro arqueológico de Vilcashuamán), entre otros lugares.
De modo estamos en condiciones de precisar algunas cuestiones, aunque habrá quienes salten hasta el cielo, por envidia, ante nuestra hipótesis; que lamentablemente permanece ignorada por la historia ya sea voluntaria o tal vez por la pereza mental de los llamados especialistas, rumiantes teóricos, quienes son renuentes a la investigación, esclavizado por el conformismo y la repetición dogmática, o tal vez por su inmovilidad física.
Nuestro enfoque será en VIII Capítulos.
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Vilcashuamán
Es un centro arqueológico ubicado en el corazón de la provincia del mismo nombre, a más de 100 Km al sur de Ayacucho. Arqueológicamente después del Cuzco es el más importante. En algunos aspectos, es aún superior.
Según la toponimia Vilcashuamán proviene de dos palabras quechuas: Vilcas (Huilca), que significa sagrado; y huamán, halcón (Valcárcel, 1964); de manera que, etimológicamente, quiere decir “halcón sagrado”. Sobre su arqueología existe abundante literatura en internet y en trabajos de investigación. Todos coinciden casi en lo mismo, al hablar de su historia, y más aún cuando uno llega allí muchos te relatan la historia de Vilcashuamán con tanta identidad, orgullo, saber y solemnidad.
Historia
Como cuentan los lugareños y los escritos, Vilcashuamán fue dominio de los Chancas, primigeniamente fortín del guerrero Orcón. Cuando éstos fueron derrotados por los incas, aproximadamente en el año 1438, (Rowe), por el hijo del soberano imperial Wiracocha, Cusi Yupanqui, conocido después como Pachacútec, quién logró vencer a Ancoayllo -guerrero que se refugió en Lamas- en la batalla de Yahuarpampa. Éste inca ordena la construcción de la fortaleza de Vilcashuamán, de doble muralla que abarcaba varias hectáreas (complejo arqueológico), sobre la base de las construcciones dejadas por los Chancas.
Cabe mencionar que el general Ancoayllo (Huancohuallu), tal vez guerrero Chincha, evidentemente con respaldo de sus los Chinchas, se escaparon a la selva, señalando su morada, hoy ciudad de los 3 pisos: Lamas, donde descansa los restos del magnánimo Chanca o Chincha, cuya historia está por develar. Existen muchas coincidencias lingüísticas y toponimias, que los guerreros e invencibles Chinchas, acotadas por los cronistas, estuvieron al lado de Ancoayllo, por lealtad y belicosidad, hoy en Lamas; por consiguiente, parte de la población nativa lamista pertenece a la sangre chinchana.
Hace más de 20 años escribimos que extrañamente, nunca dicho por los historiadores y lingüistas, en Lamas, los nativos hablan el mismo idioma quechua chinchano. De esto vamos a volver referirnos en otra oportunidad. Hay muchas evidencias de relación ancestral entre Chincha y Lamas.