Fotomontaje.
Ante la difícil situación política que afronta el Perú, en la cual el presidente ha sido vinculado a hechos de corrupción y personas cuestionadas, y el Congreso parece actuar motivado por intereses particulares, el periodista César Hildebrandt señaló que ninguno quiere dejar el cargo porque tienen “secuestrado” al país a favor de sus beneficios.
“El Perú ha sido secuestrado por congresistas mafiosos que no pueden librarnos de un presidente inepto y oscuro porque, de hacerlo, tendrían ellos que perder los coches, las asesorías, las cornetas del recibimiento. Y en la lucha entre el Perú y la intendencia, el país ha perdido siempre”, expresó en el semanario Hildebrandt en sus trece.
Menciona también que el pueblo representado por “los sindicatos traicionados, los pobres burlados, los miles de campesinos que creyeron que esta vez sí llegaría la justicia, los clasemedieros que no votaron por Keiko para no vejarse a sí mismos, los muchachos que combatieron a los viejos lesbianos”, deben organizarse para poder destituir a ambos poderes.
“Es el pueblo el que debe organizarse para terminar con esta farsa. Porque un Congreso deslegitimado que transige con un Gobierno deslegitimado es la farsa perfecta, el prefacio de la anarquía”, precisó.
La segunda vuelta
César Hildebrandt aclaró que los votos a favor de Pedro Castillo en la segunda vuelta no fueron por celebrarlo a él, sino “para evitar el charco de los Fujimori”, ya que “el pequepeque de una izquierda rural a la que había que entrenar en gestión pública” era mejor opción que “una mafiosa”, en referencia a la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori.
El Gobierno de Castillo va decididamente a ninguna parte
El periodista considera que el Gobierno de Pedro Castillo no tiene solución y el Parlamento tampoco va a actuar frente a ello, pues perderían su poder. Mientras tanto, el país continúa en piloto automático, pero ya empiezan a notarse los efectos en la economía.
“Castillo es un eslogan, un sombrero que ya no asombra. Su Gobierno va decididamente a ninguna parte. Un hombre de izquierda no se rodea de personajillos angurrientos que llaman a sus pares a disfrutar del pasajero festín”, refirió.
Fuente: La Republica
Recibe las últimas noticias del día