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Por: Eucadio Gutiérrez Solano - Profesor/Periodista
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La gente que carece de neuronas y no tiene argumentos, o son ciegos desde su nacimiento, pretende legitimar el crimen de los humanos desde su gestación, con el cuento de la violación. Increíble pero cierto. El asesinato no debemos permitir de ninguna forma, porque trae más traumas a las mujeres y es mal ejemplo para los demás bípedos. Es lavarse las manos con el pretexto que las mujeres pueden decidir su vida abortando. ¿Esto es el perfil de un pensamiento humano? ¿O es producto del salvajismo y cavernarismo mental de las personas? Asumir esta tesis es permitir que las mujeres, en masa, practiquen abortos sosteniendo ser violadas.
“ Los defensores de los asesinatos afilan sus cuchillos para cortar “el cuello” de los humanos en gestación, indefensos pero con vida. ”
La forma civilizada y no traumática es que el gobierno asuma su responsabilidad de velar por la educación y formación de las mujeres violadas para evitar los desequilibrios psicológicos que pueden generar una violación. Es decir que en cada provincia o distrito haya una especie de guarderías o centros de educación especializado, destinados a educar por un periodo de tiempo a las niñas violadas. Conocemos desde hace mucho tiempo que las mujeres practican el aborto cuando salen embarazadas, no siendo violentadas, sino habiendo tenido sexo por su propia voluntad. Si se hace un verdadero estudio, de esta triste realidad, encontraremos centenares de abortos que se practican a diario a nivel nacional. Este salvajismo atroz, ¿se pretende legalizar? Provecho médicos, enfermeras y obstetras. Los defensores de los asesinatos afilan sus cuchillos para cortar “el cuello” de los humanos en gestación, indefensos pero con vida.
El gobierno y los congresistas que ladran engañosamente defendiendo “los derechos” de algunas mujeres, no tienen otro recurso más humano para afrontar el problema de las niñas adolescentes víctimas de la violación. Si tuvieran una rendija de luz en sus cerebros entenderían que ningún ser vivo merece morir de esa manera, horrible, de “llanto y grito” que padecen los seres asesinados por la propia madre.
No conozco ningún ser vivo que come a su hijo. Los humanos hemos llegado a un extremo vil de propagandizar y legalizar “las muertes”. De los 130 congresistas, ¿cuántos médicos o profesionales de la salud hay en el Congreso de la República. ¿Cómo pueden decidir la vida de las personas los ignorantes que no conocen la génesis y evolución de la vida? “Zapatero a tus zapatos” dice el refrán.
Los burros a su corral, los que conocen el tema deben decidir el destino de los seres vivos. Si es así hay que legalizar que los enfermos incurables que sufren en los hospitales sean eliminados, hecho que no se puede admitir. ¿Qué tendrán en la cabeza nuestros congresistas?
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