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Es un pueblo inolvidable con calles en gradas alrededor de una misteriosa torre circular que, según la leyenda, encanta a las mujeres de vida alegre, por eso, tomando mis precauciones, cada vez que solía visitarlo acompañado de una enamorada, trataba de no alejarme de ella, pero cierta fiesta de agosto, hacia la medianoche, por un descuido mío nos separamos y nunca más he vuelto a verla a la que sería mi esposa.
Desde entonces, siempre la busco en los atardeceres y husmeando en la prehistoria del pueblito, me enteré que al pie de la imponente torre, hace mil años, habían enterrado vivos a dos mancebos, acusados de haber apedreado a una bella muchacha por haberlos engañado, burlándose de sus sentimientos.
@davidauris |
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