Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Hace más de 3 años que se viene  solicitando el reconocimiento de los petroglifos de Huancor, ubicado en el distrito de Alto Larán, Chincha, ante el Ministerio de Cultura, como Patrimonio Cultural de la Nación, sin ser escuchado. Esta entidad llamada a proteger los restos arqueológicos, es ciego y sordo a la petición formula por la municipalidad distrital de Alto Larán y avalada por la dirección de Cultura de Ica, dependiente del Ministerio de Cultura, otra entidad  inservible.

Para los tecnócratas y el inexperto en temas de arqueología, Ministro de Cultura, el valor arqueológico de Huancor carece de sentido. Para estos funcionarios de pupitre Huancor no tiene importancia, por lo tanto su destrucción criminal tiene el aval de dicho portafolio. Hace más de 40 años, desde la fundación del  semanario Tinta de Chincha, reclamamos que los petroglifos de Huancor se venían depredándose aceleradamente. Es así que hicimos llegar un documento al Dr. Luis Guillermo Lumbreras, entonces director del INC, pero este mal funcionario lejos de velar por la protección de los petroglifos, más bien se dedicó a depredar los restos arqueológicos de Chincha, por intermedio de su hijo, que tuvo su oficina en el distrito de Chincha Baja, como denunció el arqueólogo Alberto Bueno Mendoza.

Luis Guillermo Lumbreras no solamente habría traficado con la arqueología chinchana sino también con la Cultura Huari, según Bueno Mendoza, que es autor de una nueva tesis sobre la arqueología de Ayacucho. A Lumbreras no les importó un bledo los petroglifos de Huancor, por su ignorancia de la realidad de este arte rupestre de Chincha.
 

«Huancor es uno de los petroglifos más importantes del Perú, por ser el centro intelectual de más de una docena de petroglifos diseminados a lo largo del río San Juan y sus afluentes.»
 

Es posible que los maestros chinchanos de la antigüedad hayan dado luces a los petroglifos de  Reposo en Huáncano, Pisco, y los petroglifos de Calango, Lunahuaná, Pacarán, de Llangastambo en Cañete y Yauyos, por su estrecha relación intelectual.

De otro lado según las fuentes especializadas no hay un petroglifo en el mundo que supere a Huancor, proporcionando datos trascendentales de la vida de los primitivos hombres que vivieron en el valle de Chincha y en las orillas del río San Juan. Huancor es una enciclopedia viva que ilustra el quehacer de los Chinchas. No se trata de una simple obra de arte, sino se trata de una importante  obra filosófica e intelectual de mucha valía, incomparable con otros petroglifos. Los amautas de Huancor se adelantaron quizás más de 1 000 años a Huamán Poma de Ayala. Los hombres de Huancor diseñaron el Quipucamayoc chinchano, con su quipu en la mano, enseñando a sus alumnos, fustigando que aprendan la historia guerrera de sus ancestros, a diferencia de Huamán Poma, que muestra un quipo en estado inactivo. Toda la historia de los antiguos Chinchas se puede encontrar en Huancor. Los maestros de Huancor se adelantaron a Huamán Poma.

Además según los datos que se hallan en Huancor muchas figuras que se encuentran en los tejidos de Paracas y los geoglifos de Nazca son chinchanos. De modo los hombres que vivieron en Paracas, o enterraron sus muertos, y vivieron en Nazca, formaron parte de la cultura Chincha.

Además el hombre jaguar que aparece en los tejidos de Paracas y cerámicas de otros lugares; en primer lugar, se representaron en los petroglifos de Huancor, y han sido hallados en los telares chinchanos. Según la opinión de los expertos Paracas pertenece a la Cultura Chincha.

Pero, para los ineficientes y ciegos culturales del Perú los petroglifos de Huancor no merecen ser reconocidos, mucho menos necesitan protección y cuidado, para detener su bárbara destrucción, bajo el amparo oficial. Los incapaces del Ministerio de Cultura botaron al tacho el pedido realizado por la Municipalidad Distrital de Alto Larán, gestiones que inició el ex alcalde César Magallanes Aburto, en su primer periodo hace más de 20 años, y que ha sido continuada por la alcaldesa Ana Sotteccani Altamirano y Alberto García Magallanes.

Chincha tiene la desgracia de contar con congresistas incapaces y neófitos en la cultura. Los 4 representes congresales de Ica encabezados por la tristemente Ana Jara Velásquez, amante de mantener en su puesto, a su amiga Carmela Puccinelli, del Gobierno de Humala, jamás hizo algo por el la protección del patrimonio cultural de la región, y peor de Chincha. Con personajes carentes de sensibilidad histórica estamos condenados a vivir sin historia ni identidad.

El actual Ministro de Cultura parece estar atado y sin un horizonte en el campo de la arqueología. Esperamos que se ilustre y haga algo por Huancor.