Cuando una ciudad parece incomprensible por su belleza o por el misterio que encierra entonces decimos que es una ciudad de ensueño, Huaytará en Huancavelica, es una ciudad de esas. Una ciudad que bien podría ser el escenario de un cuento de hadas pero a la vez de portentosas batallas.

Y es que en este lugar que ahora 30 de setiembre se celebra el XXXIV Aniversario de creación política, confluye en perfecta y armónica mixtura la soberanía y belleza de la naturaleza con el afán del hombre por dominarla pero con un respeto ancestral que viene de un contacto primordial característico del hombre del ande con la naturaleza.

Producto de esa lucha fraterna del hombre y la naturaleza, sobreviven las grandes construcciones y lugares arquitectónicos que ahora se promocionan en la "XIX edición de la Semana Turística", que la Dirección Regional de Comercio Exterior, Turismo y Artesanía – DIRCETUR Huancavelica, promueve en esta provincia que también es conocida como "la pequeña Machu Picchu".
 

Por ejemplo en este lugar, ubicado a 6 horas de la ciudad de Lima tomando la vía de Los Libertadores, podemos encontrar y disfrutar del Templo Inca, los andenes, el jardín de los incas, el mirador, los baños del inca, museo de sitio y el centro arqueológico del Inkawasi, entre otros espectaculares sitios.

Apoyado en su bastón grueso de madera, mientras atraviesa por milésima vez estos predios, Florencio Torres, director del museo de sitio de Huaytara, porte sereno, gorro en forma de hongo y un anillo que destella con el sol de Huaytará, nos cuenta la historia:

Pachacutec

"El Inca Pachacutec, mando a construir el centro arqueológico del Inkawuasi, el cual está hecha con piedra tallada y tiene dentro de su construcción cavidades propias de la influencia inca, además de ambientes que sirvieron como la casa de los incas. El Inkawasi fue un lugar importante para los ellos, ya que servía de punto de conexión entre la sierra y la costa en lo que era el imperio más importante de los andes, a pesar de estas lejos de la ciudad de Cuzco".

Luego pasamos hasta el Templo Inca o más conocido como la iglesia de San Juan Bautista de Huaytará, esta fue construida utilizando como base el templo inca, en donde se aprecia el sincretismo religioso. Aquí Florencio se detiene y nos dice que este templo se caracteriza por sus hornacinas de triple jamba de formas trapezoidales labradas regularmente a base de piedras canteadas, esta iglesia está plasmada en la edición numismática de “Riqueza y orgullo del Perú” del Banco Central de Reserva del Perú.

En este recorrido turístico es infaltable asistir al museo arqueológico “Samuel Humberto Espinoza Lozano”, donde se puede encontrar cerámicas, textiles y artículos de metales. Tampoco se debe de perder el recorriendo los andenes y jardines inkas, que los pobladores del lugar siguen conservando.

Mención aparte, el trayecto: las lagunas de los espejos como el Choclococha, Pultoc, San Genaro, etc. En algunas lagunas se practica la pesca artesanal de trucha. Mención aparte también el zancu, que es un fruto con el que se hace refrescos, mazamorras y dulces y los alfajores que tuvimos la oportunidad de degustar y que estuvieron deliciosos.

Asimismo, la gente del lugar, en su mayor parte personas dedicadas al campo, son muy amables con los turistas y además trabajan para que en un futuro, esperemos que cercano, Huaytará se convierta en un lugar que se beneficie del turismo. Estamos seguros que hay mucho por descubrir en este destino que además está de aniversario y se realizarán numerosas actividades para la promoción y difusión de este lugar que tiene tanto por descubrir.

Fuente: La Republica