José De Echave ex vice ministro de Medio Ambiente.
Por: José De Echave
La región de Ica es un claro ejemplo de lo que no se debe hacer en materia de gestión de recursos hídricos. Las políticas implementadas desde hace décadas y el modelo productivo implantado multiplicaron la demanda de agua en esa región, al mismo tiempo que se fue excluyendo abiertamente a determinados grupos de usuarios.
Si bien el tema de la escasez del agua preocupa a toda la población, lo cierto es que la situación que se vive actualmente en Ica también se explica por el acaparamiento de este importante recurso por parte de las empresas agroindustriales que compran pozos, sobreexplotan el acuífero y afectan a los pequeños agricultores.
Frente a la “escasez de agua”, la solución unánime pareciera ser traer más agua para la región, trasvasando agua de la vertiente del Atlántico. Sin embargo cada vez está más claro para la población iqueña que los trasvases no solucionan temas de fondo, como el ya mencionado acaparamiento del agua. Agricultores de Pueblo Nuevo, Los Aquijes, Pacacutec, Ocucaje, Los Molinos, etc., denuncian las prácticas excluyentes que se han acentuado en esa región.
Un dato adicional para entender el panorama general: hoy en día Ica es una región muy importante para el fujimorismo; el actual gobernador es el fujimorista Fernando Cillóniz Benavides y en esa región, José Chlimper, candidato a la primera vice presidencia y uno de los hombres fuertes de Fuerza Popular, tiene importantes inversiones en el sector agro exportador.
Un nuevo conflicto que estalla Por: José De Echave
En medio de un escenario complicado, estas últimas semanas se ha agudizado un nuevo conflicto por el agua en el distrito de San José de Los Molinos de la provincia de Ica. ¿El motivo? El intento de implementar el proyecto de “Mejoramiento y Ampliación del Sistema de Agua Potable Para la Ciudad de Ica”, cuyo monto de inversión asciende a 105 millones de soles y que afectaría a un grupo de pequeños agricultores y todo indica no ha tomado en cuenta la opinión y los derechos de la población de la zona.
¿Cuáles son los temas de controversia? Al parecer, miles de pequeños productores agrarios de las zonas de Trapiche y Chavalina del distrito de San José de Los Molinos serían afectados por el proyecto, en la medida que dependen única y exclusivamente del agua remanente que aflora en unos 8 puquiales. Además, la situación se complejiza en la medida que en la actualidad la población de la zona sólo tiene agua tres días por semana y apenas por media hora por día.
De acuerdo a la ficha técnica, este proyecto captaría 315 litros por segundo de esa zona para llevarlos por gravedad mediante el sistema de galerías filtrantes para abastecer la demanda de la ciudad de Ica. El Estudio de Impacto Ambiental ha sido cuestionado por diferentes especialistas y la población manifestó a lo largo del año 2014 su oposición al proyecto en audiencias, cabildos y diversas reuniones.
Los cuestionamientos van desde una inversión cuantiosa en una obra que todo indica que no será sostenible porque apunta a utilizar fuentes de agua que están agotándose; la falta de estudios técnicos; la presencia de agroquímicos e impactos diversos como relaves y presencia de minería ilegal en parte alta de la cuenca; la afectación reiterada a más de 4 mil agricultores y pobladores de esa parte del río Ica que ya han sido despojados de sus tradicionales fuentes de agua por los agroexportadores, etc.
Cabe señalar que durante la campaña electoral regional, el actual gobernador regional, Cillóniz Benavides, se comprometió públicamente a no llevar adelante el proyecto. Sin embargo, una vez elegido cambió de posición y optó por una política de hechos consumados: consciente de la oposición y resistencia de la población, inició las obras desde Ica hacia Los Molinos (de abajo hacia arriba) y según informe del propio gobierno regional la obra estaría a punto de concluir y será puesta en marcha el próximo mes de septiembre.
Frente a esta situación, hace unas semanas en una asamblea de la población del distrito San José de Los Molinos, se tomó la decisión de radicalizar la protesta, constituyéndose en el lugar de la obra -sector la Bocatoma del Rio Ica-, en donde se pretende concluir con la instalación y el tendido de tuberías. El martes 10 de mayo se ha suscitado un nuevo enfrentamiento con la policía y hasta donde se conoce, la población ha logrado paralizar la obra y viene denunciando al presidente regional por pretender imponer un proyecto que a todas luces afectará a la población de la zona.
¿Cuáles son los temas de fondo en este nuevo conflicto por el agua en Ica?
Parte de los problemas y los retos que enfrenta Ica están relacionados con el acceso y el uso del agua. Como lo demuestra Ica, en el Perú la distribución del agua es tremendamente desigual. Además, cerca del 75% de la población total del país se ubica en zonas áridas, generando una situación de demanda y presión sobre los recursos hídricos que superan la capacidad de carga de los ecosistemas y ocasionan un déficit en la oferta de agua para los diferentes usos.
La inversión pública destinada a solucionar los problemas de escasez de agua del país se ha orientado a beneficiar modelos de producción intensivos en el uso de este recurso, como la agroexportación, la reconcentración de tierras y el crecimiento de focos urbanos en zonas áridas. La región de Ica es un buen ejemplo de todas estas tendencias: el control, acceso y uso de los recursos hídricos en el Perú es un tema no resuelto y ha tenido como principales afectados a las poblaciones más pobres y marginadas que han sido excluidas de los espacios de gestión, planificación y toma de decisiones.
Todo indica que la alternativa debería apuntar a promover un manejo integral de las cuencas que comprenda construir medianas represas para aprovechar las aguas de lluvias, permitir que se recuperen y recarguen los acuíferos actualmente en emergencia debido al acaparamiento del agua por parte de los agroexportadores, favorecer a la pequeña agricultura, el consumo de agua de la ciudad de Ica y de toda la cuenca.
Proyectos específicos deberían responder a esta lógica de manejo sostenible de un bien de la naturaleza que es cada vez más escaso y no como viene ocurriendo en el caso de San José de Los Molinos. Lamentablemente, el actual gobernador regional fujimorista pretende seguir impulsando un modelo que nos lleva directo a una situación de estrés hídrico y que ya sabemos a quiénes beneficia. En todo caso, lo que está sucediendo en Ica podría ser un adelanto de lo que puede ocurrir en el país si gana el fujimorismo.
Fuente: Blog Cuenca
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