Ex director del “Colegio Pardo” Alejandro Lévano Avalos, llamado popularmente "El padrillo cholo".
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Por: Eucadio Gutiérrez Solano
Profesor/Periodista
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PUBLICADO 12-01-2016 | El llamado “Padrilllo Cholo”, ex director del “Colegio Pardo”, Alejandro Lévano Avalos, un mal que duró más de años, llevando al otrora gran colegio al desastre y desorden, y acumuló serias denuncias y más denuncias, recibió el premio de su vida, al ser cesado increíblemente sólo por límite de edad, por el Ministerio de Educación (UGEL de Chincha), cuando existen denuncias que merecen ser investigadas de manera urgente y oportuna. De esta manera se salvó al acusado públicamente, pareciera que hay complicidad en la UGEL de Chincha, donde la Directora es una perfecta neófita.
Atacar tras ser cesado
Alejandro Lévano Avalos tras ser cesado acudió a los medios informativos de su afinidad, supuestamente para festejar y agradecer al Ministerio de Educación, y respaldar a las autoridades por la decisión tomada, y luego atacar a los medios informativos que pedían su cambio mostrando evidencias.
Lo que más indigna a la población chinchana es que se haya distorsionado la realidad, y lo peor, los denunciantes de la corrupción y los malos manejos como son los profesores Luis Orellana y Julio Ramos Tipian fueron acusados de no tener títulos.
Incluso en la UGEL de Chincha escuchamos, a un funcionario, en momentos cuando nos acercamos a la Dirección de esa dependencia, ausente ese día (lunes 12), decir que los profesores Orellana y Ramos habían cargado los enseres del “Colegio Pardo”, aparte de no trabajar, -siendo testigo un ex directivo del SUTE Pardo, quién en su oportunidad, también, estuvo combatiendo la corrupción. Recalcó con mucha seguridad, que éstos docentes tenían denuncias graves, y ellos estaban acostumbrados de denunciar, por lo que no debía dárseles crédito. A nuestro parecer, apoyando abiertamente al director cesado, firmando con guante de terciopelo, la resolución de cese, porque este columnista trabajó en el glorioso José Pardo, cerca de 10 años, nunca supo de denuncias de este tipo.
Orellana y Ramos desmintieron con documentos la falsedad de la acusación difundida arteramente por un medio informativo. Ambos son profesores titulados y registrados en las dependencias correspondientes. Lo que sucede manifestaron que por haber denunciado a este cuestionado director, como represalia fueron sacados del Pardo, declarándolos excedentes, y de paso pisoteando las normas a su antojo.
Alejandro Lévano Avalos fue denunciado en varias oportunidades, no solamente por estos dos valientes profesores, sino por todo el magisterio pardino, que pidió su inmediata salida en el salón de actos del colegio. En el acto la correcta directora de la UGEL de Chincha, entonces, Paula Gladis La Torre Dongo, de inmediato dispuso su cambio, en presencia de todos, incluso de la prensa, asumiendo la dirección el profesor Federico Cruz Carbajal.
UGEL cierra los ojos
Los profesores Orellana y Ramos denunciaron hechos muy graves contra el saliente director Alejandro Lévano Ávalos, que merecía que el Ministerio de Educación disponga de inmediato la investigación administrativa, y por su parte el Fiscal de Turno, podía hacer lo mismo, abriéndole una investigación exhaustiva con el fin de legar a la verdad, de lo contrario se nota una parcialidad punible de los funcionarios de la UGEL de Chincha, y la ceguera del Ministerio de Educación, lo que demuestra que la moralización en Chincha es letra muerta.
Así como se observa los presuntos corruptos merecen premio, protección y condecoración. La desgracia de Chincha.