Para Jessica Huamán, decana del Colegio de Nutricionistas de Lima, la reducción de compra de leche natural a los productores nacionales revela problemas sistémicos del Estado e impacta en la seguridad alimentaria de la población.
—El Midis ha propuesto cambiar la leche en los desayunos de Qali Warma por un bebible. ¿Es comparable con la leche?
—Un bebible elaborado con cereales y agua no se va a comparar con el nivel nutricional de una leche de vaca, porque tiene proteínas de alto valor biológico y calcio de origen animal que se absorben de manera más efectiva que la de origen vegetal. Sin embargo, tengo entendido que Qali Warma va a incluir proteínas de alto valor, como el huevo, pero sería ideal que pudieran exponer el cronograma de lo que van a dar diariamente, porque no sé si dará el huevo de forma diaria. Debería transparentarse en medios cuál será el beneficio que se dará en los programas. También se está haciendo una diferenciación por regiones, porque eso también es importante considerar, el enfoque natural para los menores.
—Entonces, ¿la leche es reemplazable?
—Sí, pero la leche es más práctica a la hora de brindar la proteína de alto valor biológico al niño. A ver, el desayuno de Qali Warma está constituido de un bebible y un sólido, entonces el bebible como tal puede ser consumido durante el día porque tiene una botella transportable. Eso es distinto con el sólido, porque por lo general es difícil que lo puedan seguir utilizando. La leche, al ser un bebible, puede ser transportada; imagina que fuera un huevo duro, sería difícil.
Por otro lado, se realiza un trabajo con los productores locales. Algo que se ha puesto sobre la mesa y que se ha visibilizado son los mecanismos mediante los cuales Qali Warma accede a los alimentos de sus beneficiarios. Estos son difíciles para que los productores locales puedan acceder y se insta a las autoridades para que puedan facilitar que los productores locales no solo den leche, sino yogur, y puedan llegar directamente.
—Entonces, no pasa por problemas solo a nivel nutricional.
—En el caso de la leche, puede ser fácilmente reemplazable el lácteo de origen animal a nivel proteico, no hay mayor problema. Además de leche, se ha dicho que puede ser queso o yogur. No se cierra el diálogo, lo que se está poniendo en debate es lo que pasa con la leche fresca, porque, técnicamente, sí se podría reemplazar con otros alimentos de origen animal y prevenir la desnutrición presente en el 11,7% de los niños menores de 5 años. Lo que genera una sorpresa es por qué de cinco días que se brindaba la leche se ha reducido a un día. Es algo que también se ha mencionado en el diálogo con Agalep (gremio de productores lecheros) que hemos tenido con el Colegio de Lima. Que la reducción sea paulatina, que se proponga que el cambio hacia un desayuno diferente pueda ser inicialmente a tres días, pero no a uno, eso afectaría más que la parte nutricional y a los productores locales que tienen que ver con la seguridad alimentaria.
—¿Qué es la seguridad alimentaria?
—Cuando hablamos de nutrición, no solo hablamos del estado nutricional de la población, sino de qué tanto el modelo se convierte en un sistema alimentario sostenible en el país, y dentro están los productores locales que tienen un gran porcentaje de pobreza porque no pueden acceder con sus alimentos de forma directa como lo dice la ley. El mecanismo por el cual Qali Warma adquiere sus alimentos ya es una barrera para los productores locales, pero, independientemente de ellos, hay otros programas que podrían valerse de la ley 31071, que nos dice que el 30% de los alimentos que vienen del Estado tienen que venir de locales. No solo programas, sino la atención a ollas comunes. Este problema particular de Qali Warma visibiliza cómo el Estado, lamentablemente, no está adquiriendo ni siquiera el 30% de sus productores locales.
—Midagri subió los estándares de la leche evaporada que el Estado compra a Gloria, y Midis luego cambia la leche por un bebible. ¿No es borrar con una mano lo que haces con la otra?
—Sí, en este caso también se ha puesto sobre la mesa el no intermediar la provisión de alimentos frescos a través de la industria alimentaria, y que más bien se pueda de alguna manera garantizar que sean los ganaderos quienes garanticen estos alimentos. Indudablemente, por la gran escala que tienen que proveer, el cambio debe ser paulatino, pero se insta al Gobierno central a que pueda dejar de depender de la industria. Por ello, es importante que pueda flexibilizar los aspectos ligados a la provisión de alimentos y que pueda de alguna manera facilitar desde otras instancias, como Midagri, la inocuidad de los alimentos que los locales pueden generar para cumplir estándares en los programas sociales.
No debería seguir intermediándose la alimentación con la gran industria, porque hay productores locales que podrían potenciarla en algún futuro no solo a nivel lácteo, sino de frutas, verduras, avícola, etc. Esto sigue sucediendo porque los estándares para adquirir alimentos son demasiado altos para los productores locales.
—¿Gloria mantiene convenio o acuerdo de aval con ustedes?
—El Consejo de Lima no firma ningún tipo de acuerdo ni avales. Nosotros, como consejo, nos hemos declarado libres de conflictos de intereses para evitar esas situaciones, ni siquiera participamos en ponencias o actividades de la gran industria ni aceptamos donaciones o productos ultraprocesados para brindar a los colegiados. Eso también lo hemos puesto sobre la mesa para evitar que se merme la imagen institucional.
—Pues ojalá el consejo nacional pensara así.
—Sí.
Entrevista publicada inicialmente por La Republica
Recibe las últimas noticias del día